En carretera y calles del puerto
PROGRESO, Yucatán, 16 de mayo.- Una labor de titanes ha representado cubrir la estela de chapopote que dejó un camión cisterna desde San Ignacio y en varias calles de este puerto.
Como se recordará y se informó de manera oportuna, la noche del pasado jueves 14 de mayo, el conductor José Ramírez Domínguez, de 52 años, no se percató que tenía abierta la llave para drenar y así estuvo derramando todo el líquido viscoso desde San Ignacio hasta el centro de esta ciudad y puerto.
Con esto causó un grave daño a las vías de comunicación, este hidrocarburo en crudo formó una estela negra por lo demás peligrosa con grandes manchas y esto podría haber generado accidentes automovilísticos, muchos viajan a alta velocidad y se llenan la llanta de este líquido viscoso que se encuentra todavía vigente.
La estela negra muy peligrosa a la vez, que fue el derrame de este líquido muy resbaloso, chapopote crudo, que debido a que no está refinado, ni con catalizador tiene más tiempo de presencia en el asfalto y no se seca, esto es lo que más preocupa.
Se estimó que se vertieron unos 43,700 litros de esta emulsión en las calles y la labor para cubrirlo comenzó desde ayer, pero de manera muy tímida, con echar sólo arena y polvo de piedra.
Pero hoy se reanudó con más fuerza esta labor de titanes, con el apoyo de varios trabajadores desde la carretera federal vertían a palazos polvo de piedra, exactamente en la línea viscosa.
Hasta ahora varios vehículos están transitando a alta velocidad pasando sobre la mancha, que por fortuna no se han generado hasta ahora accidentes y lesionados que lamentar.
Esa noche del jueves, estuvieron a punto de derrapar motos y repartidores, la Policía Municipal montó un rápido operativo a la entrada para desviar el tráfico y no tomaran la calle 86, echaron arena en la mera entrada.
Por si fuera poco el fuerte olor penetrante sigue afectando a los vecinos de la calle 86, sobre todo a los niños, hasta les ha dado vaguidos, mareos y muchas ganas de vomitar.
Sobre la calle 86 x 31 hasta la 27, hasta donde se detuvo a la unidad y se dieron manchas grandes de este derivado del petróleo, se esparció polvo de piedra en toda la extensión de la calle, pero los vecinos comentan que ojalá y dure, con el paso de cada vehículo, se llevan parte de esta débil película protectora.
(Alfredo Canto May)