Un conocido hombre de negocios, de origen libanés, señaló que el recibo de luz de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) le llegó por 230 mil pesos correspondientes a un supuesto consumo de su casa en la playa que está cerrada.
Según comentó, la única explicación que recibió de los técnicos de la paraestatal fue que “de seguro juguetearon el medidor ”.
“Es el colmo que intenten cobrar eso cuando la casa está cerrada porque no es temporada y porque la pandemia por el COVID-19 nos impide que abramos el domicilio”, dijo el empresario.
Por otra parte, el empresario de apellido Ricalde, el de las joyerías, recibió una facturación de 14 mil pesos por concepto del suministro de energía eléctrica de su local en Plaza Fiesta que está cerrado desde hace casi dos meses.
Señaló que normalmente paga de siete a ocho mil pesos, pero ahora le están cobrando el doble y su negocio debido a que todo el centro comercial está cerrado.
Hay personas que han ido a reclamar estos cobros elevados a la CFE, pero los responsables de la División Peninsular les responden que tienen que pagar y lo único que se puede hacer a favor de los deudores es poner la cantidad a plazos. Nada más.
Por Rafael Gómez Chi