VALLADOLID, Yucatán, 20 de mayo.- Entre las cosas que se pueden mencionar del maestro Manuel Benjamín Pérez Escobedo (+), es que fue parte de la primera generación de maestros que egresaron de la Escuela Normal “Juan de Dios Rodríguez Heredia” de esta ciudad; fue, así mismo, un atleta desde su juventud, pues participaba en distintos eventos de atletismo.
Fue un apasionado de la música y la estudió; además de ser maestro, tocaba la guitarra y por muchos años tocó en los coros de la Iglesia de San Bernardino de Siena. Fue integrante fundador del grupo sociocultural Luis Rosado Vega y participaba en los eventos que realizó este grupo en la ciudad y en distintos lugares del Estado de Yucatán.
También fue colaborador y participaba en el Frente Indígena Regional de Oriente (FIRO) para los eventos que hacía para celebrar el Día del Niño, Día de la Madre, del Padre y las fiestas para celebrar el fin de año, puesto que este grupo era de su tío –el también maestro Jorge Escobedo Esquivel–.
El maestro Benjamín perteneció al grupo de Alcohólicos Anónimos, donde aprendió “nuevas formas de ver la vida”, según él mismo decía. Fue una persona tranquila, callada y siempre dispuesta ayudar a su prójimo cuando en sus manos estaba el hacerlo; siempre estaba dispuesto a defender las injusticias que se cometían contra los más débiles.
En lo personal, fue el guitarrista que le puso acompañamiento musical a mis canciones “Pequeña”, “Qué importa”, “Llorar por amor”, “Linda y tierna” y “La mujer”. Con estas líneas recordamos a Manuel Benjamín Pérez Escobedo, por todos los que lo conocimos y disfrutamos de su amistad.
(Manuel Vázquez Rivero)