Yucatán

Para la Organización Mundial de la Salud hay entre siete y ocho posibles vacunas contra el coronavirus COVID-19 de casi unas 100 a nivel mundial, así como cuatro terapias prometedoras con base en fármacos ya existentes.

En días recientes Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, informó lo anterior y remarcó que ese organismo se centra en las que pueden tener mejores resultados y mayor potencial.

Entre las vacunas candidatas con mayores avances figuran la nueva fórmula creada en China a la que se le denomina Lancet, desarrollada por el Instituto de Biotecnología de Beijing y la compañía Cansino Biologics, que anunciaron los resultados de la fase 1 de la primera vacuna contra el COVID-19 en el país asiático.

Participaron en el experimento 108 voluntarios que toleraron la vacuna, por lo que resultó segura. Además, permitió que los pacientes crearan anticuerpos tipo T.

Los resultados no significan que la vacuna vaya a estar disponible en forma inmediata, pero desde abril inició la fase 2, que incluye ensayos con 500 pacientes para especificar más la dosis que es adecuada para que proteja contra la infección.

En esta segunda fase se incluirán por primera vez participantes de más de 60 años, el grupo de edad que ha resultado más afectado por la pandemia.

Sanofi

Hace un par de días la farmacéutica francesa Sanofi anunció que planea inscribir a miles de personas a nivel mundial para ensayos de una vacuna experimental contra el coronavirus COVID-19 que desarrolla junto con la farmacéutica británica GlaxoSmithKline (GSK).

Estados Unidos apartó casi un tercio de las primeras 1,000 millones de dosis de una vacuna experimental contra el COVID-19 que desarrollan AstraZeneca, y comprometió para ello 1,200 millones de dólares.

Esa vacuna hasta el momento no se ha suministrado a seres humanos, sino que se ha limitado a pruebas de laboratorio.

Otra vacuna que se anunció desde abril es la creada por la compañía farmacéutica de Estados Unidos, Johnson & Johnson, que podría estar disponible y aprobada para principios del 2021.

La vacuna contra el SARS-Cov 2 desarrollada por científicos de la Universidad de Oxford se ensayará en las próximas semanas en más de 10,000 voluntarios, según anunció ayer la institución académica británica.

La multinacional AstraZeneca, que se ha asociado al equipo de Oxford, ha anunciado que distribuirá cuatro millones de dosis a partir de septiembre, si los próximos estudios demuestran que la vacuna es eficaz.

Israel también

De la misma manera el gobierno de Israel, a través del Ministerio de Defensa, informó que ha completado la fase de desarrollo de un anticuerpo innovador o vacuna pasiva que ataca el COVID-19, neutralizándolo en el cuerpo.

El Ministerio de Defensa explicó que el anticuerpo cumple tres importantes parámetros científicos que lo hacen único: es monoclonal, nuevo y refinado, contiene una proporción excepcionalmente baja de proteínas dañinas y puede neutralizar el COVID-19.

Los tratamientos

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado un proyecto conocido como “Solidaridad”, destinado a evaluar los tratamientos más prometedores.

Entre los países con buenas noticias destaca Reino Unido, que afirmó que su ensayo, bautizado como “Recuperación”, es el más grande del mundo, pues participan más de 5 mil pacientes.

Además, hay múltiples centros de investigación en todo el mundo que intentan utilizar la sangre de los pacientes recuperados para encontrar un tratamiento.

Ante la falta de vacuna, prosiguen los estudios en medicamentos antivirales que afectan directamente la capacidad del coronavirus para expandirse dentro del cuerpo. Los pacientes se enferman gravemente cuando su sistema inmunitario reacciona de forma exagerada, lo cual causa daños colaterales.

Una de esas técnicas son los anticuerpos, ya sea de sangre de sobrevivientes o fabricados en un laboratorio, que pueden atacar el virus, ya que la lucha contra el coronavirus consiste en retrasar su propagación y tratar de contenerlo.

El Remdisivir

Actualmente figuran cuatro tratamientos experimentales para la enfermedad, entre los que figura el fármaco Remdesivir. El Remdisivir fue diseñado originalmente para tratar el ébola, pero no mostró ser efectivo; sin embargo, parece tener potencial en contra de los coronavirus, según pruebas de células cultivadas en laboratorios.

La Cloroquina / Hidroxicloroquina se utilizó durante muchos años para el tratamiento de la malaria, hasta que el parásito que produce esta enfermedad generó resistencia al medicamento. Tiene la ventaja de que se administra vía oral y es barato, pero también produce efectos secundarios como dolor de cabeza, mareos, pérdida del apetito, malestar estomacal, diarrea, vómitos y erupciones en la piel, indica la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU.

El Ritonavir y lopinavir combinados se ha utilizado para el tratamiento del VIH; esta mezcla no ha mostrado resultados alentadores contra el coronavirus; en cambio el Ritonavir/lopinavir e Interferon-beta sí ayuda a controlar la inflamación y ha mostrado ser efectiva en animales infectados con síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS, por sus siglas en inglés).

Los especialistas advierten que hay que ser cuidadosos con el momento en el que se administran, ya que, si se aplican en etapas muy avanzadas, podrían ser poco efectivos o incluso causar más daños que beneficios al paciente.

Caso México

En Monterrey, Nuevo León, el suministro de plasma a pacientes con COVID-19 ha dado buenos resultados; la Secretaría de Salud estatal anunció que un paciente que estuvo hospitalizado 16 días fue dado de alta tras recibir este tratamiento.

Gabriel, de 47 años, salió del Hospital Metropolitano entre aplausos del personal médico y se convirtió en el octavo paciente en recibir su alta médica luego de una transfusión de plasma proveniente de personas recuperadas.

Durante el tiempo que estuvo internado fue necesario conectarlo a un ventilador artificial para mantenerlo con vida y le administraron dos dosis de plasma, lo que se cree le ayudó a recuperarse.

El 29 de marzo, el Secretario de Salud, Manuel de la O Cavazos, anunció que Nuevo León sería el primer Estado en suministrar plasma de pacientes recuperados de COVID-19 a personas infectadas en estado delicado de salud.

El tratamiento surge a raíz de estudios médicos internacionales que señalan que cuando una persona enferma y después se recupera genera anticuerpos, los cuales se quedan en la sangre, especialmente en el plasma y este puede ser suministrado a pacientes enfermos.

Llama la atención el caso del Dr. Miguel Angel Reyes Ruiz, médico intensivista y cardio-neumólogo adscrito a la UCI del HGZ No. 1-A, quien ha logrado salvarle la vida a varios pacientes que han ingresado en estado crítico, prácticamente muertos.

El Dr. Reyes, en su página de Facebook, informa sobre algunos tratamientos que ha implementado a pacientes que ingresan graves al hospital y todos ellos sin excepción extubados y pasados a piso para recuperación.

(José Manrique)