Ley Seca dejó un saldo negativo

Veinte fallecidos hasta ayer

El próximo 1 de junio se levantará la Ley Seca que se decretó en el Estado desde principios de abril, como medida para evitar la violencia doméstica, especialmente contra las mujeres y el abuso de niños, debido al aislamiento social por la pandemia del coronavirus.

Para evitar aglomeraciones, el Ejecutivo ha comentado que al menos en los primeros 7 días posteriores a la derogación la venta de bebidas alcohólicas será por medio de servicio a domicilio.

El balance de esta disposición muestra cifras alarmantes, como las muertes por consumo de alcohol adulterado y otras sustancias que sumaban 20 hasta ayer: 18 fallecieron por beber alcohol adulterado comprado, presuntamente, en clandestinos. De ese total, 7 casos se registraron en Acanceh, 2 en Progreso y 9 en Mérida. Hay que sumar 2 casos más de personas fallecidas por beber gel antibacterial con refresco durante varios días.

Llamada de atención

El jueves pasado, la diputada Silvia López Escoffié (MC) cuestionó la medida de la Ley Seca y solicitó al Gobernador del Estado que la Secretaría de Salud de Yucatán y la Secretaría de Seguridad Pública analicen a profundidad la aplicación y resultados obtenidos, pues aseguró que han sido totalmente contrarios al objetivo deseado.

En este sentido, dijo que con la aplicación de la Ley Seca ha aumentado la venta clandestina de alcohol, los robos a agencias de cervezas e incluso los precios de la comercialización de alcohol adulterado. Aseguró que la decisión de prohibir y restringir la venta y consumo de alcohol durante la pandemia ha causado muertes, detenidos, intoxicaciones y numerosas quejas.

¿Incapacidad?

En la misma sesión, la diputada Lila Frías Castillo (PRI) aseguró que Yucatán no tiene la capacidad para enfrentar una Ley Seca tan amplia como la que se decretó por la pandemia de COVID-19, como lo evidencia, lamentablemente, el número elevado de fallecidos.

Para nadie es un secreto que los clandestinos se han dado vuelo con la venta de bebidas alcohólicas y que su negocio ha sido boyante durante la Ley Seca; aunque se dio cuenta de las muertes por el consumo de alcohol adulterado, han sido pocas las noticias sobre detenciones de clandestinos por parte de la policía.

Por otra parte, los consumidores pagan precios exagerados por el alcohol. Se tiene registro de cartones de “misiles” que se han vendido en más de 1,400 pesos; botellas de whisky por las que se han pagado hasta 2 mil pesos, cuando su precio en el mercado es de alrededor de 600.

Violencia familiar

En cuanto a la violencia familiar, las cifras oficiales señalan que la medida ha resultado efectiva, de acuerdo con el Centro Estatal de Información sobre Seguridad Pública, ya que las llamadas relacionadas con la violencia de pareja disminuyeron 52.3% y las que tienen que ver con violencia familiar registraron una reducción del 45.2%, en comparación con las que se realizaron antes del establecimiento de esta disposición.

De igual forma, el reporte oficial señala que disminuyeron 39.8% las llamadas que denunciaban violencia contra la mujer y 58.2% las que tenían que ver con suicidios. En este mismo período, también descendieron 39.4% las llamadas relacionadas con las amenazas de suicidio y un 49.6% las vinculadas con otros actos contra la familia.

Sin embargo, estos números también han sido cuestionados por diputados y organizaciones de la sociedad civil.

Contradicción

La diputada Milagros Romero Bastarrachea (MC) señaló en su momento que la violencia contra las mujeres en esta contingencia ha crecido de manera exponencial, aún más que los casos y las muertes por COVID-19, por lo que se debe poner énfasis en el problema, pues sólo se está enfocando el tema sanitario.

“La violencia contra la mujer ha aumentado con cifras estadísticas muy claras y en el país 188 mujeres cada día son violentadas, y Yucatán es de los Estados que tienen más violencia, aunque se contradice con las cifras oficiales”, dijo.

Cabe destacar, sin embargo, que en muchos casos la violencia contra la mujer, según han apuntado especialistas, no está relacionada directamente con el consumo de alcohol, aunque éste juega un factor determinante en muchos casos, sino más bien con el hecho de que por la cuarentena las mujeres prácticamente quedaron encerradas y a merced de sus agresores.

(David Rico)