Ayer fue un día difícil para los trabajadores que ofrecen sus servicios en el aeropuerto, pues sólo hubo dos vuelos de Aeroméxico: uno que llegó de la capital y otro que salió para allá al mediodía.
Por la mañana, en la terminal, sólo se vio a una persona que dormitaba en la sala de espera mientras esperaba su vuelo que partió a las 12:06. Fue hasta las diez cuando comenzaron a llegar más pasajeros que se documentaron e inmediatamente subían a la planta alta, de manera que la planta baja estaba desierta.
(Elena Gómez)