Yucatán

TIZIMIN, Yucatán, 27 de mayo.- En esta pandemia realmente nadie está preparado, nadie sabe cuándo la enfermedad les llegará y demanden su presencia ante el Creador.

Todo esto conlleva una serie de problemas que dejan los difuntos al no poder correr algunos trámites en vida y que dejan en manos de sus familiares convirtiéndose en un verdadero tormento, difíciles de resolver por las medidas que aún están vigentes por la contingencia.

Doña Lucy López Corona enfrenta una dura situación requiere correr los trámites del afore de su difunto esposo Fausto Bates y el seguro de vida en el lugar donde laboraba como taxista, así como extraer las pertenecías de la casa donde rentaba.

Ella enviudó, las cosas se pusieron difíciles porque también tienen un hijo enfermo y también vela por muchos perritos y gatitos en su hogar y necesita la ayuda de sus semejantes y las autoridades municipales para resolver este problema que se complica aún más por las medidas sanitarias y filtros sanitarios.

“El dos de mayo falleció mi esposo, 15 días estuvo intubado en el Hospital General de Cancún, Quintana Roo, no había espacio, todo estaba terrible, él ingresó por una laringitis que se complicó porque estaban muy bajas sus defensas, estaba convulsionando.

“Lo internan en el área de COVID-19 y se dieron cuenta que no es coronavirus, lo cambiaron de área, pero era demasiado tarde porque por las defensas que no tenía finalmente lo contrajo, su salud se complicó y falleció.

“La familia de mi difunto esposo nunca me aceptó porque no soy de Izamal, pero jamás los he echado de menos, pero ahora al fallecer ellos se quedaron con las cenizas y por todo ese motivo no he podido hacer los trámites que necesito.

“El arrendador Alfredo Jiménez no me dejó sacar nada del cuarto, le expliqué que no estamos trabajando y no me está dejando llevar las cosas porque está muy difícil el acceso y me dijo que le tengo que pagar dos meses de 1,800 cada una.

“Pero logré sacar los papeles personales para ver el afore y el seguro del sindicato, ya que él pertenecía al sindicato antes Maya Caribe y ahora Trasportes Terrestres Estatales.

“A las autoridades municipales les comenté que necesito viajar y traer una mudanza, pero me dijeron que no me van a dejar por el momento, pero no puedo perder un refrigerador, una estufa, una tele, videoteatro y le dije que no voy a traer ropas, sino sólo muebles; contraté una empresa que sanitizó.

“Se comprometieron a darme el permiso hasta con el jurídico del Ayuntamiento desde la semana pasada, luego hablé con el secretario de la Comuna, pero hasta ahora no ha leído el mensaje, me ignoran y no me dan el permiso, entonces que me apoyen con el pago de la renta mientras pase esto.

“No tengo dinero, ni para comer, por eso quiero hacer el trámite del afore para poder amortiguar los gastos, tengo que esperar que trabaje el Registro porque su familia no me quiere facilitar el acta de defunción.

“Estoy de brazos cruzados, no me apoyan económicamente, no me ayuda el Ayuntamiento, tengo un hijo que depende de mí y los animalitos.

“Sólo una persona me ha apoyado durante esta pandemia, pero aquí en el Ayuntamiento me han evadido, que me ayuden para traer mis cosas”, externó doña Lucy. Si alguna persona está dispuesta a ayudar ella vive frente a Bodega Aurrera o localizarla al número telefónico 986 111 64 83.

(Efraín Valencia)