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Yucatán

Extrañan salir de casa

Los estudiantes comprenden la necesidad del aislamiento, pero eso no evita el sentimiento de fastidio, desesperación y la angustia que les causa, aunque reconocen que no todo es negativo

VALLADOLID, Yucatán, 28 de mayo.- A más de dos meses que inició la cuarentena en Yucatán a raíz de la pandemia por el coronavirus, el aislamiento va creando en las familias una especie de cansancio, fastidio, desesperación y angustia.

Aunque se han implementado estrategias de distracción, actualización, entretenimiento, etc.; la mayoría de la gente, en especial los niños expresan que nada es igual, si están encerrados, sobre todo por el período de tiempo que han permanecido dentro de la casa.

La niña Mayté Guadalupe Camejo López, estudiante de sexto grado de primaria en la Escuela “José María Iturralde Traconis” manifiesta que esta cuarentena le ha dejado muchas enseñanzas positivas y otras negativas. Que de manera positiva valora el que haya aumentado el convivio familiar, el que aprendiera a realizar actividades nuevas, compartir más tiempo con sus hermanas y sus papás; aprendió a cocinar algo sencillo, pero fue una experiencia grata para ella.

Dijo que lo negativo de todo esto es reconocer que están resguardados porque tienen que cuidarse ya que esta enfermedad es muy peligrosa y muchos se contagian y otros tristemente fallecen.

Siente que en lo personal no es lo mismo hacer todas las tareas en casa, falta compartir con sus compañeras y maestros en el salón de clases ese día a día.

Extraña mucho su escuela y eso le da melancolía porque además es su último año de primaria con ellos y siente que está finalizando el curso y quién sabe y puedan verse de nuevo, porque cada quien agarra rumbos diferentes ya que pasarán a la secundaria.

Le pide a Dios que pronto salgan de esta situación que están pasando, que tengamos paciencia y aprovechen todo el tiempo en casa para convivir lo mejor en familia.

Mariana Ivanna Camejo López de tercero de primaria menciona que le da mucha tristeza saber que, durante esta cuarentena, significa quedarse en casa, cuidarse y protegerse para no enfermarse y ya quiere que todo sea como antes, pero que, platicando con sus papás, ya entendió que no volverá a ser lo mismo que antes.

Extraña bastante su escuela, sus compañeros, sus clases particulares con su maestra y este 30 de abril extrañó no pasarla en la escuela como otros años y ser consentida por sus maestros y también el festival que le hacen a las mamás el 10 de mayo; aunque de igual manera la disfrutó en casa en familia.

Le pide mucho a Diosito que los enfermos del coronavirus y de otras enfermedades peligrosas, se recuperen pronto y todos puedan hacer sus actividades correspondientes.

A las dos les da mucho gusto que a través de las videoconferencias con sus maestros Erick Aguilar Mendoza y Cristina Escalante Sabido, pueden saludarlos, así como a sus compañeros y saber que están bien, mandan felicitarlos por el día del maestro y les dicen que son muy buenos maestros.

Ana Sofía Jiménez Vivas tiene 14 años y estudia la Secundaria en la Escuela Modelo de Valladolid y ella reconoce que todos estamos pasando momentos muy difíciles en esta cuarentena por el coronavirus.

Sabe que hay mucha gente que vive encerrada en sus casas por diversos motivos y se les hace menos difícil experimentar esto, algunas otras salen mucho más y algunas como ella que salen poco.

Ha intentado darle la mejor cara a la vida con una sonrisa que a veces le llenaba de alegría, pero le da mucha tristeza que ha hecho mucho para olvidarse de este encierro que ya se ha prolongado bastante; cocinó, bailo, cantó e hizo sus tareas, jugó videojuegos y ya nada le divierte.

Externó casi nunca sentirse en esta situación y da gracias a Dios por la familia que tiene y que se ocupan y comparten con ella, pero siente que falta algo. Reconoce ver lo positivo de lo que acontece, es que la naturaleza está renaciendo porque ya no están afuera para hacerle daño.

Sobre todo agradece que tiene una familia, unas mascotas, tiene vida y mucho amor; de lo cual no todos tienen esa dicha.

Regina Fernández Osorio tiene actualmente 13 años de edad y cursa el segundo grado de secundaria en la escuela Siglo XXI. Habla que su experiencia sobre la enfermedad del COVID-19, dice que es sorprendente este momento que estamos viviendo; estar en casa propiamente secuestrada sin poder salir a ningún lado, sin convivir con familiares y amigos.

Es triste y por ratos desesperante, pero mirándolo desde un punto de vista positivo, se siente afortunada de tener a su lado a sus papás y a su hermanito el mayor tiempo en casa pues han convivido y se han consolidado mucho, platican, juegan, hacen tareas, inventan cosas y cocinan.

A veces se queja de estar encerrada en casa, quisiera estar en la escuela, recibir las enseñanzas de sus maestros en el salón de clases, extraña a sus amigos, sus risas, sus pláticas, los juegos, sólo tienen comunicación por celular.

Añora las fiestas, las salidas al cine y a cenar, pero se dan ánimos que si nos cuidamos y seguimos los cuidados indicados, esto pronto pasará y volverán a verse y abrasarse; pidió a todos: “Quédense en casa, cuídense y cuiden mucho a sus familias”.

(Ariel Sánchez Gómez)

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