BERLIN, Alemania, 2 de mayo (EFE/AFP).- La canciller alemana, Angela Merkel, instó este sábado a cooperar en la lucha contra la propagación de la COVID-19 y trabajar conjuntamente por la elaboración de tests, medicamentos y una vacuna “para todas las personas”.
La canciller dedicó su habitual videomensaje de los sábados a la conferencia de donantes organizada para este lunes por la UE con el objetivo de buscar financiación para combatir la pandemia del coronavirus.
Merkel refirió que los expertos estiman que hacen falta unos 8,000 millones de euros para esta tarea y llamó a que “muchos actos” del sector público y del privado constituyan una “gran alianza”. Alemania es consciente de su “responsabilidad” y está dispuesta a realizar una “clara contribución financiera”, agregó.
La Canciller destacó que su llamamiento no se ciñe a otros gobiernos, sino también a “fundaciones privadas” y a empresas farmacéuticas.
“Una de las tareas prioritarias es salvar la vida de millones de personas en este mundo”, indico.
Merkel señaló que Alemania quiere cooperar también con la Organización Mundial de la Salud (OMS), que a su juicio tiene un “papel clave” en este reto, subrayando las funciones de una institución multilateral muy cuestionada en este crisis.
“Consideramos que esta pandemia sólo se puede superar actuando conjuntamente de forma internacional y multilateral”, apostilló la canciller alemana.
Juzgan a dirigentes
Los ciudadanos de los países europeos más afectados por la pandemia de COVID-19 son los más pesimistas y los menos satisfechos de la acción de sus gobiernos para enfrentar la crisis sanitaria, según una encuesta internacional publicada el sábado.
Entre los ciudadanos de siete países entrevistados por el Instituto Ipsos para un centro de investigación política francés, el Cevipof, y varios socios internacionales, los franceses, los británicos y los italianos son los que peor califican a sus dirigentes y se muestran más pesimistas.
El peor juzgado es el presidente francés, Emmanuel Macron, cuya gestión no satisface al 42% de los franceses, y que recibió una nota de 4,1 (en una escala de 0 a 10).
En la cima de la clasificación está la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, a quien se acreditó una nota de 7,8 y sólo un 7% de descontentos.
El jefe del gobierno austriaco, Sebastian Kurz, la sigue con una nota de 6,8 (11% de insatisfechos) y luego la canciller alemana, Angela Merkel, con 6 (20% de no satisfechos).
Con notas inferiores a 6 se ubican los primeros ministros Boris Johnson, del Reino Unido, con 5,6; Giuseppe Conte, de Italia, con 5,5; y Stefan Löfven, de Suecia, con 5,2.
Es también en Francia donde la gestión de la crisis por el gobierno deja la tasa más alta de insatisfechos (62%) contra 9% en Nueva Zelanda (Italia: 45% “no satisfechos”; Reino Unido: 39%; Suecia, un país que decidió no confinar: 30%; Alemania: 26%).
¿Su gobierno manejó mejor la crisis que la mayoría de los demás países? El 43% de los franceses respondió que no (3% en Nueva Zelanda) y el 12% dijo estar de acuerdo (85% en Nueva Zelanda).