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Yucatán

Las Asambleas de Dios, una denominación evangélica que llegó a Yucatán en 1940, tienen actualmente 314 Iglesias y 500 ministros de culto. A nivel mundial está presente en 210 países en los que cuenta con 367 mil iglesias a las que asisten 68.5 millones de fieles.

Jorge Canto Hernández, pastor de la Iglesia Nueva Jerusalén, nos proporciona su visión de la historia de esta organización religiosa:

–El nombre completo de la organización es Concilio Nacional de las Asambleas de Dios, A.R., Reg. Cons. SGAR 164/93, de doctrina pentecostal conservadora y cristianos de doctrina ortodoxa, es decir, que creen que la Biblia es la única norma de fe y conducta, que sólo a través de Jesucristo se llega al Padre, que el hombre es pecador desde el nacimiento y que sólo la gracia del Señor lo puede salvar, entre otras creencias; pero, además, creen que la manifestación audible de nuevas lenguas (glosolalia) que se manifestaron en la Iglesia según el Libro de los Hechos de los Apóstoles, siguen manifestándose actualmente en la Iglesia. Además, aquellos milagros que abundaban en el devenir de la Iglesia primitiva siguen en vigencia hoy a disposición de los hijos de Dios para beneficio de la humanidad.

Menospreciados

Las Asambleas de Dios, como denominación, son diferentes a las organizaciones tradicionales de fe evangélica precisamente en que son “continuistas”, calificativo que indica que para ellos los dones y milagros carismáticos descritos en el Libro de los Hechos del Nuevo Testamento “continúan”. Para otros movimientos evangélicos tradicionales estas manifestaciones ya cesaron, supuestamente, al momento de que el canon bíblico se cerró; por eso se les puede definir en cuanto al carismatismo como “cesacionistas”. Además, los pentecostales no tuvieron un prócer que los impulsara y organizara, pues eran simplemente una horda de desheredados de las diversas Iglesias del momento, ya que la experiencia pentecostal se fue dando precisamente entre esos movimientos evangélicos que aquel entonces (año 1900), incluso entre el catolicismo de hace cien años. Los creyentes pentecostales fueron segregados, expulsados, estigmatizados o simplemente menospreciados, así que tuvieron que salir de sus denominaciones históricas y se comenzaron a juntar según podían.

Al igual que cualquier denominación evangélica, Las Asambleas de Dios son diferentes al catolicismo, pues creen en el sacerdocio de cada creyente, no se somete al papado, no tiene entre su culto veneración a las imágenes, cree que la salvación es personal, que la salvación no puede administrarla ningún hombre, Iglesia o reliquia, sino sólo por y en la sola fe en Jesucristo (como aquel pecador que fue salvo en la misma cruz, junto a Jesús) y por la sola gracia de Dios. No tienen más fuente de doctrina, conducta y norma que la Biblia, esto no significa que no estudien otros libros, sino que ningún libro, magisterio o tradición están a la misma altura de la Biblia, pues todo debe someterse al escrutinio de la Escritura, que es la que aprueba o desaprueba toda doctrina.

Curiosamente, el movimiento pentecostal moderno surgió alrededor del año 1904 en la calle Asuza Street con el predicador de color William J. Seymour, quien, providencialmente, unió a blancos y negros, hispanos y chinos en aquella endeble construcción de la iglesia “Apostolic Faith”. Los que llegaban eran impactados por el fervor de los congregantes y por el espectáculo espontáneo de la adoración y alabanza. Muchos testificaron que hablaron nuevas lenguas y recibieron milagros tangibles tal como lo menciona el Libro de Hechos de los Apóstoles y miles fueron atraídos a ese gran movimiento.

Hambre de Biblia

De esa Iglesia surgió el moderno movimiento pentecostal del siglo XX y XXI. Hubo una imperiosa necesidad de evangelizar y hacer misiones, así que los que iban siendo tocados se esparcieron cual esporas por toda la Unión Americana y el movimiento se hizo imparable, pues era tal el hambre de Biblia y predicación fresca que decenas de miles se arremolinaban para escuchar.

En el año 1914 se vio la necesidad de que las Iglesias de fe pentecostal, todas disgregadas y con doctrinas que podían variar mucho, se debían estructurar. Algunos se organizaron de un modo y otras Iglesias carismáticas de otro, según su geografía o la necesidad inmediata. Es así que en ese año se juntaron varios líderes y pastores de Iglesias que hablaban lenguas para decidir qué hacer, pues no tenían forma constitucional ni orden que les permitiera sobrevivir y gobernarse en el futuro. Así, en humildes principios, surgió el movimiento evangélico que habría de ser uno de los más grandes del mundo: Las Asambleas de Dios. Tal reunión se llevó a efecto en Hot Springs, Arkansas, del 2-7 de abril de 1914 con E.N. Bell como su primer superintendente.

Como el movimiento crecía no faltó que muchos latinoamericanos fueran atraídos por este fervor y, como bien se sabe, Las Asambleas de Dios ha tenido entre los pobres y desechados su mayor expansión. Muchos de los inmigrantes mexicanos que vivían en Los Angeles regresaban a sus pueblos y ciudades en México llevando esa fe y las lenguas con las que se les había bautizado por el Espíritu Santo y, desde el año 1918, se inició de manera formal la organización en México, puesto, como se ha mencionado antes, el movimiento pentecostal ya existía. El primer superintendente en México fue el Rev. Henry C. Ball, apenas las circunstancias lo permitieron la denominación se organizó bien, como hasta el día de hoy y dentro de los límites patrios, en la convención celebrada del 22-27 de octubre de 1929 en las instalaciones del templo El Salvador de la ciudad de Monterrey, N.L.

De Texas a Chuburná

Se dice que fue en Texas donde un yucateco fue impactado por el poder de Dios y decidió retornar a su tierra natal para compartir con sus familiares y coterráneos este evangelio de poder. El hombre en cuestión se llamó Amado Pérez, quien luego de venir de los EE.UU. con su esposa se asentó en el entonces pueblo de Chubukná, hoy la colonia Chuburná de Hidalgo, Mérida. Empezando reuniones con la familia del Sr. Noé Yam en una casa donde hoy está la iglesia La Nueva Jerusalén, en la famosa calle 20 de Chuburná. La fecha de estas experiencias se refiere a aquellos años del 1940, según la revista conmemorativa “Destellos Históricos”, y en aquel entonces Mérida tenía sólo 150,000 habitantes, de esa iniciativa surgió en aquel lugar rodeado de plantíos de henequén la Iglesia Nueva Jerusalén. Al poco tiempo de llegar, la esposa del Sr. Amado Pérez se sintió mal por el clima de la ciudad y tuvieron que retornar a los Estados Unidos. Antes de irse, el Hno. Pérez contactó al pastor Andrés Araiza que en aquel entonces vivía en la Ciudad de México y quien gustosamente aceptó la encomienda y llegó a Mérida el 7 de enero de 1943.

Iglesia La Nueva Jerusalén

El pastor Andrés Araiza recibió la incipiente congregación, pero le pareció mejor trasladarse a Mérida, donde fundó la iglesia Getsemaní, que por diversas circunstancias se trasladó a su actual local en la calle 50 entre 91 y 93 de la ciudad de Mérida, donde el Pbro. Ronulfo Bernardo Olam es el pastor actual.

Hoy las Asambleas de Dios en México tienen en sus filas 800,000 congregantes y 8,000 ministros. En Yucatán cuenta con 254 congregaciones y en Mérida con 60. Más de 500 ministros de culto predican la Palabra de Dios y cuenta con dos institutos bíblicos: Bethel, en la calle 109-D, entre 66-B y 66-C de la colonia Obrera, en Mérida (por la base aérea) y el Instituto Peter Peterson por correspondencia (www.ibppeterson.org), donde se preparan a los pastores y ministros para predicar la Palabra de Dios.

En la actualidad, el superintendente general del Concilio Nacional de las Asambleas de Dios es el Pbro. Enrique González Vázquez; el secretario general, el Pbro. José Saucedo Valenciano, y el tesorero general, el Pbro. Gilberto Cordero Jaramillo. Por el crecimiento y extensión de la denominación existen, a su vez, tres superintendentes adjuntos; por la zona Norte, el Pbro. Marcelino González Galván; por la zona Centro, el Pbro. Abel Flores Acevedo, y por la zona Sur, el Pbro. Miguel Pérez Herrera. El Concilio, como se le llama cariñosamente, está subdivido en 23 distritos para su mejor atención, cada distrito se conforma por uno o varios Estados de la República Mexicana. Es así, que Yucatán es un distrito y se subdivide, a su vez, en regiones, que son cinco. La directiva ejecutiva del distrito Yucatán es la siguiente: Pbro. Manuel Díaz, superintendente; Pbro. Alfonso Vera, secretario; Pbra. Magaly Balam, tesorera. Como habrá de notarse, las mujeres en las Asambleas de Dios tienen todos los privilegios que sus correligionarios varones, es decir, no sólo pueden predicar, sino también enseñar en sus institutos bíblicos, oficiar bautizos, bodas, presidir reuniones, ser pastoras, e incluso, directivas de distrito, en nada se les impide participar, y ese, el ministerio femenil al 100%, ha sido un gran secreto de expansión de la obra de El Concilio.

Crecimiento mundial

Las Asambleas de Dios tienen un gran crecimiento mundial. Según la página oficial de las Asambleas de Dios de los Estados Unidos (ag.org) a nivel mundial hay 68.5 millones de adherentes que adoran en más de 367,000 iglesias de la denominación y la página oficial de la organización en México (www.asambleasdedios.mx) indica que tiene presencia en 210 países. Si se considera que las Naciones Unidas, según su propia página oficial (ww.un.org) menciona que tiene 193 miembros, se puede ver que la presencia de El Concilio es muy influyente y de mayor envergadura que la ONU. Además, la literatura y academicismo no está fuera de los planes de la organización, pues tiene en México su propia editorial llamada EccAd (www.eccad.mx) y decenas de escritores independientes con muy buen grado de erudición. En Latinoamérica se cuenta con una revista digital de gran nivel que se llama Conozca (www.conozca.org) que reúne a las mejores mentes y escritores de las Asambleas en el continente. Por si fuera poco, la organización ofrece un excelente comentario bíblico de manera gratuita, escrita y editada por miembros salidos exclusivamente de sus institutos bíblicos e iglesias propias y financiadas por The Aguillón Family Foundation: La Biblia Continental de las Asambleas de Dios (http://labibliacontinentalad.com) la cual está a disposición de todos los que quieran consultarla. En el nivel licenciatura se cuenta con el ISUM (www.isumad.org), que es una de las escuelas de licenciatura teológica más exitosas del mundo con presencia en cada país de América e incluso en España. Para el nivel de maestría se cuenta con la Facultad de Teología (www.facultadad.org) y para el doctorado las Asambleas de Dios cuenta con Assemblies of God Theological Seminary (ww.agts.edu) en Springfield, MO que ofrece diversos doctorados.

La semblanza de la organización muestra un derrotero milagroso, puesto que sin proponérselo las Asambleas de Dios se fueron diversificando y madurando, siendo así ahora un referente obligatorio cuando se habla de crecimiento y evangelicalismo. Pero siempre se dará las gracias y la gloria en todo a Dios, el cual es soberano y lleno de amor para todo aquel que le invoque.

Trayectoria

Jorge Canto Hernández es Licenciado en Administración de Empresas por el Tecnológico de Mérida, egresado en 1995. Licenciado en Teología, Egresado del Instituto de Superación Ministerial en 2000. Diplomado en Alta Dirección, UNID, Francisco de Montejo, Mérida, en 2013. Diplomado en Liderazgo, Haggai Institute, Singapur, Asia, en 2001. Maestría en Administración, UNID, Francisco de Montejo, Mérida, en 2012. Maestría en Divinidades, Facultad de Teología, Ciudad Juárez, en 2019. Estudiante de Doctorado en Ministerios, Dallas Theological Seminary, en 2020. Actualmente es pastor de la Iglesia La Nueva Jerusalén de Asambleas de Dios en Mérida.

(Roberto López Méndez)

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