Rafael Mis Cobá
Triste porque este año no podrá festejar a su madrecita con una nutrida fiesta familiar, como lo solía hacer cada 10 de mayo, el sobrino cabezón pensó en lo más sencillo pero genuino a la vez: regalarle una flor.
El cabeza de “lec” también se imaginó llevarle a su jefecita una serenata cantándole a capela, pero al recordar que su voz es similar al graznido de un “pich’”, mejor decidió por la primera opción por temor a que los vecinos salieran a echarle agua, o en el peor de los casos a que lo corretearan a pedradas.
Para tomar una mejor decisión, el travieso sobrinín mejor buscó los sabios consejos de su amada y escultural tía Juana, pero a través de una video-llamada en atención a las recomendaciones sanitarias de no salir de casa para evitar un posible contagio del “xlá” coronavirus.
–¡Tía Juanita!, ¿cómo va tu cuarentena?
–“Mejenkizín”, sobrino, ya te dije que es “cincuentena” porque ya se pasaron más de 40 días de confinamiento.
–Seguramente el tío Chupi es el más feliz, ¿verdad?
–Pues a veces se le retienta la temblorina de sus manos.
–¡Tía, principios de Parkinson!
–Nada de eso “mejenkizín”, es consecuencia de la Ley Seca.
–“Uay”, tía, ¿no ha chupado en varios días?
–No ha bebido.
—“Maare”, tía, su compadre Felipe Calderón no soportaría la Ley Seca.
–¿Crees que sufra también de temblorina?
–Sí, pero no por falta de alcohol, sino por las evidencias que salen a relucir cada vez más sobre su complicidad con Genaro García Luna.
–¿El que fue su secretario de Seguridad Nacional y ahora está en el bote de Nueva York, acusado de sus vínculos con el narcotráfico?
–Ese mero, tía.
–Por cierto sobrino, hay que mandarle cubrebocas al pobre Genaro.
–Lo haré tía, el pobrecito ha manifestado su temor a contraer la enfermedad en el tanque y por eso ha solicitado su libertad ofreciendo una fianza de “chan” dos millones de dólares.
–Pero el Juez le dijo “ma’”, por considerar que ya libre se puede escapar de la justicia.
–Tía, los que dijeron “ma’” también, pero al Alcalde Renán Barrera para no contratar una deuda de 400 millones de pesos, fueron dos regidores de Morena y dos del PRI.
–“Puchis”, sobrino, pero el PAN lo aprobó porque es mayoría en el Cabildo.
–No sólo eso tía, también el priísta Liborio Vidal Cañetas y el morenista Gamaliel Gutiérrez, se pusieron sus camisas azules.
–¿Veletearon?
–Totalmente, tía, apapacharon a Renán.
–“Uay”, sobrino, creo que si no fuera por la sana distancia hasta lo besuquean.
–Tía, aunque ganas no les faltó, no podían por aquello del cubrebocas.
–Oye sobrino, quienes también necesitan cubrebocas son Donald Trump y Jair Bolsonaro.
–¿Los presidentes de Estados Unidos y de Brasil?
–Y les urge, sobrino.
–¿Para protegerse del coronavirus?
–No “mejenkizín”, el cubrebocas les urge para que dejen de decir puras pen…
–¿Acaso dijeron alguna pendejada recientemente?
–¡Sobrino!
–No te alteres tiíta, según el diccionario, pendejada significa: “dicho o hecho tonto o torpe”.
–Menos mal, sobrino. Acuérdate que Trump dijo la semana pasada que inyectar desinfectante a un paciente con Covid-19 podría matar al virus.
–“Uay”, tía, está más “sataól” el “che’l”
–Sobrino, pero Bolsonaro no se queda atrás.
–¿Superó a Trump? ¿Qué dijo ese otro “sataól”?
–Pues cuando los reporteros lo cuestionaron de que en un solo día en su país se registraron 474 muertes, respondió: “¿Qué quieren que haga? Soy Mesías (su segundo nombre), pero no hago milagros”.
–Qué barbaridad, tía, insensible y arrogante.
La tía Juanita sólo alcanzó a encoger los hombros, mientras que al travieso sobrino le embargó la duda si esos personajes también pueden celebrar el 10 de mayo.