Comerciantes ubicados en los alrededores del Centro Histórico no pierden la esperanza de recuperar el terreno perdido a causa de la contingencia sanitaria provocada por la pandemia del COVID-19.
Glendy Segovia, encargada de la empresa Distribuidora de Ropa Moda y Estilo, dijo que el local estuvo cerrado más de dos meses y apenas abrieron el pasado lunes, pero únicamente ella regresó a trabajar y todavía no sabe cuándo retornarán las otras dos empleadas, debido a que el volumen de venta es muy bajo y hay que pagar a proveedores, electricidad, renta, etc.
Como ejemplo, comentó que antes del confinamiento se vendía un promedio de ocho a nueve mil pesos diarios; actualmente no rebasan los mil pesos.
Su establecimiento se dedica al comercio de mayoreo y menudeo, pero por el cierre de calles a las personas se les dificulta llegar a la tienda, además de que es poca la gente del interior del Estado que actualmente viene de compras a la ciudad.
Golpe duro
Por su parte, Néstor Cardoz, supervisor de la empresa La Bici BR, informó que la venta de bicicletas y refacciones descendió en más del 30 por ciento en las tres sucursales que tiene el corporativo en esta ciudad, dos en el Centro y una en la Avenida Canek, lo que indica que los dos meses que permanecieron cerradas fue un golpe duro para la compañía, que pudo sobrevivir porque los empleados aceptaron cobrar menos.
Sin embargo, no se pudo evitar un aumento en el precio de las refacciones, como recámaras, pedales, manubrios, etc., porque son piezas que proceden de China y se cotizan en dólares.
Señaló que las bicicletas son un medio de transporte que usan mucho en Mérida, tanto adultos como jóvenes, hombres y mujeres.
Zona estratégica
A su vez, Amelia Raygosa, encargada de la cafetería La Campesina, y Carlos Chávez, de Mundo Mielero, expusieron que confían en recuperarse en uno o dos meses más porque están ubicados en una zona estratégica (cerca de la terminal de transporte foráneo).
Por ahora son pocas las personas que transitan por esa zona y por ello es muy baja la actividad; empero, se apoyan en la venta de café para llevar, así como de productos naturales que promueven entre sus clientes al ofrecerles servicio a domicilio o compras en línea; la mayor parte de sus clientes eran turistas extranjeros que llegaban por autobús, segmento que tardará más en reactivarse.
Carlos Chávez manifestó que, antes de la contingencia, muchos apicultores acudían a la tienda en busca de implementos para su actividad, pero como hemos informado, estos productores perdieron todo por el paso de la tormenta tropical “Cristóbal”.
(Víctor Lara Martínez)