Después de más de dos meses de inactividad, algunos establecimientos del aeropuerto abrieron sus puertas; en la planta alta, en donde sólo una tienda de refrescos, botanas y souvenirs y un negocio de panadería fina operaban durante la cuarentena, en esta semana abrió una tienda de camisetas, una óptica y en el restaurante ya se ven a algunos comensales. La sucursal de la Casa de las Artesanías aún se mantiene cerrada.
En la planta baja, el restaurante Johny Rockets ya está funcionando, sin embargo la sucursal bancaria, la tienda de artesanías y el módulo de orientación turística todavía no reanudan actividades.
A pesar de que todavía son menos de veinte vuelos al día, la terminal va recobrando su dinamismo, en lo que va de la semana hay por lo menos un viaje en la mañana, uno al mediodía y otro por la noche, excepto el martes que sólo hubo vuelos hasta antes del mediodía.
Los pasajeros son trabajadores que se reincorporan a sus labores o están próximos a reanudar.
(Elena Gómez)