Ante la llegada de los supermercados y tiendas de conveniencia, las tienditas de la esquina o tendejones han ido desapareciendo, excepto algunas, como “El Eclipse”
VALLADOLID, Yucatán, 15 de junio.- En nuestra ciudad hasta hace unos años atrás hubieron muchos tendejones, pero ante la llegada de las grandes tiendas muchos de estos desaparecieron; aunque varias de ellas también han subsistido a través de los años, una de ellas es el tendejón “El Eclipse”, ubicado en la calle 41 x 18 de la Colonia Militar.
En entrevista con su dueño y fundador, Eulogio Silva Alcocer, dijo que en su niñez y parte de su juventud se dedicó a la apicultura. “Pasaron los años en esta actividad de las abejas pero vino una mala época en la que el Gobernador en ese tiempo, Torres Mesías, bajó demasiado el precio de la miel ya que estaba a $3.50 el kilo y él lo bajó a $1.10”, agregó.
“Además en ese tiempo también se registró mortandad en las abejas por una cólera de estos insectos y tuve que abandonar el trabajo, porque yo era el que veía las abejas de mi papá; llegamos a tener 9 apiarios, sin embargo, al dejarlo empecé con esta tienda que hasta la fecha tiene 53 años, poco a poco fue creciendo gracias al trabajo que le dediqué y a la preferencia de la clientela. Al casarme con mi esposa, María del Carmen Mendoza Peraza, hace ya 47 años, continuamos el negocio.
“Con esta tienda crecimos y educamos a nuestras 3 hijas que hoy en día tienen profesión, a pesar de la gran competencia que hay ahora gracias a Dios tenemos muchos clientes, pues esta ciudad ha crecido demasiado y ya las cosas han subido de precio; por ejemplo, los panes antes costaban 30 centavos, luego 50 y así sucesivamente; todo estaba barato, sin embargo, se siguen comprando a pesar de que han subido de precio.
“Para nosotros el secreto es el buen trato y la honradez a la clientela, ya que si hay mercancías que bajan de precio también nosotros se lo bajamos.
A mis 69 años de vida estoy satisfecho con mi trabajo, ya que de esto ha salido para la educación de nuestras hijas y para vivir. ¿Qué más le puedo pedir a la vida?, ya ha crecido nuestra tienda”, finalizó.
(Manuel Vázquez Rivero)