TIZIMÍN, Yucatán, 17 de junio.- “Se robaron mis pies”, fueron las palabras de don Mateo Canché Puc, de 81 años, en entrevista con este medio de comunicación y con lágrimas en los ojos, refiriéndose a su única herramienta de trabajo, un triciclo que le fue robado la madrugada del pasado sábado en el interior de su vivienda ubicada sobre la calle 63-A x 60 y 62, de la colonia Santa Rosa de Lima.
Con los ojos llenos de lágrimas, don Mateo Canché Puc, de 81 años, comentó que hace más de 40 años que se dedica a la venta de plantas y trabajo de jardinería, pero por su avanzada edad ya no puede realizar el trabajo de jardinería y sólo se sostiene de lo que obtiene de la venta de plantas y macetas, pues tiene una lesión en la espalda que le impide caminar demasiada distancia, al sufrir una caída de un árbol cuando era joven. Por ello su herramienta de trabajo y transporte era su triciclo, con el que sale a vender plantas y macetas por calles de la ciudad, para poder comprar sus alimentos.
Pero los amantes de lo ajeno visitaron su predio la madrugada de este sábado, despojándolo de su triciclo, llevándose incluso una papaya y una sandía que le habían regalado donde había ido a entregar una maceta.
Señaló que al despertar en la madrugada salió a su patio y se percató de que su reja estaba abierta y su triciclo ya no estaba; preguntó a sus vecinos por la mañana, pero nadie se percató de a qué hora había sido el robo.
Por ello, desde hace más de una semana no cuenta con ingreso alguno poder comprar sus alimentos, además de que no puede salir a conseguirlo, pues su triciclo era su apoyo para poder moverse.
Actualmente Mateo vive solo, su único hermano falleció hace 5 años y de su familia no sabe nada, pues comenta tuvo una hija con su pareja de la que se separó hace 40 años, sólo sabe se fueron a Cozumel, Quintana Roo, pero desde entonces no ha tenido contacto con su hija, por lo que no cuenta con nadie más que con algunos vecinos que en ocasiones le regalan alimento.
Durante la plática sostenida con él en su predio alrededor de las cinco de la tarde de este pasado martes, señaló que estaba a punto de preparar su atole de maseca, para que tomara, pues no contaba con otro alimento en ese momento y tampoco podía a salir a ganarse el sustento de todos los días, por las razones antes mencionadas.
Comentó sólo quiere conseguir otro triciclo para poder salir a trabajar vendiendo sus macetas y plantas, pues afirmó que todos los días se levanta muy temprano y le da gracias a Dios por un nuevo día, pidiendo su bendición para que pueda vender y poder comprar sus alimentos; por tal razón, a las personas que gusten ayudarlo pueden acudir a su predio ubicado en la calle 63-a X 60 Y 62 de la colonia Santa Rosa de Lima, cerca de la escuela “Sebastián Molas” para apoyarlo en la medida de sus posibilidades.
(Carlos Euán)