Luis Güémez Medina, delegado de la Cámara Nacional de la Industria Joyera en Yucatán, dijo ayer que los comerciantes del ramo atraviesan momentos difíciles porque no hay ventas y tampoco fecha para la reapertura de sus negocios.
Dijo que antes del confinamiento había unos 200 talleres de joyería en la Entidad, pero la mayor parte corre el riesgo de no reabrir, primero porque el precio del oro es casi inaccesible y, segundo, porque no están registrados en la Secretaría de Hacienda.
Capacitación
Informó que en breve ofrecerá un taller de capacitación virtual para la elaboración de productos de filigrana, porque cada vez son menos las personas que practican esa técnica.
Comentó que una manera de reactivar esta rama de la producción sería mediante el otorgamiento de becas y créditos accesibles para adquirir maquinaria y herramientas, así como materia prima; actualmente un centenario cuesta 38 mil pesos, pero al fundirlo para mezclar con otros materiales apenas se obtienen unos cien gramos del metal precioso.
Comercio de joyería a la baja
Güémez Medina dijo que aun cuando las autoridades les permitan reabrir sus establecimientos, muchos temen que sus ventas sean nulas o mínimas, ya que las autoridades del Sector Salud recomiendan a la población no utilizar ese tipo de prendas, porque pueden ser un medio de contagio del coronavirus, lo cual desalentará a los consumidores.
Finalmente dijo que las maquiladoras de joyería en Yucatán son cada vez menos, porque muchas emigraron a China o a otros países en busca de menores costos de producción.
(Víctor Lara Martínez)