Síguenos

Última hora

Sismo registrado en Acapulco no ameritó activación de la alerta sísmica en la CDMX

Yucatán

Don Coquis alegra las mañanas en el mercado de Tixkokob

A sus 72 años de edad y luego de 56 de hacerla de locutor autodidacta y maestro de ceremonias, Mario Argel Silveira y Escobedo, conocido como “Don Coquis”, se ha ganado la simpatía y el cariño de los habitantes de Tixkokob, ya que desde hace ocho años transmite avisos y música durante gran parte del día desde una improvisada cabina en el mercado municipal, a través de una red de nueve bocinas instaladas en el primer cuadro de la comunidad.

“¡Buenos días a todos, qué bueno que tenemos la dicha de un nuevo día y si no estamos al 100 por ciento, cuando menos tenemos la oportunidad de vernos y escucharnos”. Aquí comenzamos con Juan Carlos y su Banda con la melodía “Entre tu falda y mi pantalón”.

Así comienza “Don Coquis” sus transmisiones todos los días desde las ocho de la mañana hasta el mediodía, desde el interior de su cabina bautizada como “La Jaula del Pajarraco”. Y para concluir su jornada laboral, su despedida es la siguiente: “¡MSE radio, la voz del centro se despide de ustedes. Contento vine y contento me voy. Buenas tardes, buen provecho, hasta mañana!”

Anécdota

Entrevistado en su domicilio y después en su módulo de trabajo, don Mario Argel explicó que su incursión en la locución fue circunstancial, ya que a los 16 años asistía a las fiestas de amigos y de familiares, a las novenas y bachatas, alguien le pidió que tomara el micrófono para mandar saludos a los presentes y ahí comenzó todo.

Dijo que después, los presidentes municipales Ramiro Ancona y Abdón Lara lo contrataron para que todas las tardes de los fines de semana se hiciera cargo de la música que se transmitía en el parque de la localidad, así como para que diera los avisos del Ayuntamiento.

Posteriormente lo comenzaron a llamar para que narrara partidos de béisbol en el campo “María Esther”, conducir eventos culturales, veladas, festivales e innumerables actividades sociales y deportivas.

Entre las anécdotas que recuerda está una en la que su trabajo “lo salvó” un domingo de hacer su Servicio Militar en la población, ya que cuando estaba a punto de iniciar esa labor, el alcalde en turno le pidió al Teniente del Ejército que coordinaba esa actividad, que le diera “chance” de no hacerlo porque tenía que narrar el partido de béisbol próximo a iniciar.

Su regreso a Tixko

Señaló que posteriormente, su compadre Juan Báez le dijo que había oportunidad de un trabajo estable de intendente en la entonces Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH), donde al paso del tiempo desempeñó otros encargos en la Oficialía de Partes, Servicios Generales y de maestro de ceremonias en toda actividad oficial que organizaba la dependencia.

Indicó que en la SARH trabajó 20 años y, para ello, tuvo que fincar su residencia en Mérida. Luego de jubilarse, en el 2012 regresó a su natal Tixkokob para instalar su cabina en el mercado municipal, al mismo tiempo de ofrecer servicios de publicidad y perifoneo móvil, para lo cual adquirió un vehículo “Atos” y lo rotuló para esos fines.

Indicó que a lo largo de estos ocho años ha recorrido la mayoría de los municipios de Yucatán prestando el servicio de publicidad a cientos de empresas de diversos giros y tamaños.

Observó que previo a trabajar en la SARH, conoció al promotor de espectáculos Fausto Sánchez, quien le dio la oportunidad de ser el anunciador de los bailes que se llevaban a cabo en La Pastilla, la Terraza Caribe y el Jardín Carta Clara.

Cuando llegaban grupos famosos esos eventos se transmitían en vivo por radio, específicamente por la XEPY, y él era el responsable de las pautas y enlaces con los locutores de cabina, entre ellos el maestro Mario Chacón Medina.

Amistades

Indicó que fue de esa manera como llegó a conocer a muchos locutores y promotores culturales de renombre, entre ellos Arcadio Huchim, Roberto MacSwiney y el fallecido Eloy Ocampo Escamilla, entre otros.

Asimismo, logró tener amistad con varios grupos musicales que lo invitaban a sus giras por municipios y otros Estados para que fuera el conductor de los bailes.

Expuso que varias de esas amistades han acudido a Tixkokob a desayunar los manjares que se expenden en el mercado y aprovechan la oportunidad para visitarlo en “La Jaula del Pajarraco” y mandar saludos a toda la población a través de los micrófonos.

“Este oficio me ha dado una enorme satisfacción y seguiré activo hasta que las fuerzas y la salud así me lo permitan”, acotó mientras se acomodaba el micrófono en su pequeña cabina para efectuar un ensayo y recordar que cursó hasta la secundaria, resaltó don Mario ataviado con su camisa de los “Mets” y una gorra “Wangler”.

Cumbia mexicana y colombiana

Mostró la enorme cantidad de discos compactos que tiene a su alrededor con música de artistas de diversos géneros, pero en particular de música de cumbia mexicana y colombiana.

Indicó que no utiliza USB o Internet para seleccionar y archivar las canciones, ya que le resulta más práctico manejar los discos compactos.

“La Jaula del Pajarraco” está tapizada en su interior con posters de grupos musicales, así como por fotografías de bailarinas y modelos, como parte de los elementos motivacionales de don “Coquis”.

Don Mario está casado con la señora Martina Concha Álvarez, con quien ha procreado tres hijas: Claudia Peregrina, de 30 años, enfermera de profesión; Dianela, de 34, asistente médico y Alejandra, de 36, maestra de kínder.

(Rafael Mis Cobá)

Siguiente noticia

Listo, respirador económico de la UNAM