Don Alejandro Narciso Collí Xol, campesino de toda la vida de San Ignacio Tesip, comisaría de Mérida, perdió más de una hectárea de maíz, calabaza, tomate, espelón y papaya con el paso de la tormenta tropical Cristóbal; sin embargo, lo poco que pudo rescatar se lo está acabando la plaga del gusano, pero sabe que la única forma de remediar los males es seguir luchando y por ello, para alimentar a su familia, mata un pavo o una gallina que coge de su criadero, de donde también vende para que haya ingreso económico.
Este hombre del campo apenas empieza a clarear el día toma su bicicleta y empieza a pedalear para dirigirse a sus tierras, pero al llegar ve cómo las lluvias que cayeron por cinco días consecutivos le mataron sus productos que estaban casi listos para cosechar.
Ahora, Alejandro tiene otro problema, hay una plaga en sus matas, pero no tiene dinero para fumigar y sabe que esto va a terminar con lo poquito que le quedaba en sus campos agrícolas.
“El agua alcanzó más de un metro en mis tierras, las calabacitas, el espelón, el tomate y el maíz quedaron inundados y se pudrieron, sólo un mecate alcancé a salvar porque está en una parte más alta en el patio de mi casa, pero los gusanos se están comiendo los maizales, ahora sí me están dando en la torre pero sé que cruzando mis brazos no voy a remediar nada, y ya empecé de nuevo, de cero”, dijo.
Agregó que por lo menos comida para él y su familia no faltará, al menos por el momento, pues tiene un pequeño criadero de pavos y gallinas.
“Lo bueno es que por lo menos alimento no nos falta a mi familia y a mí, porque puedo matar un pavo o una gallina de mi criadero; no es muy grande este espacio donde tengo mis animalitos pero hasta vendo algunos para que haya dinero para las tortillas u otras necesidades, por eso, yo sigo trabajando. Me voy como a las 5 de la mañana y regreso a las 10 a mi casa, le doy de comer a mis crías, desayuno y descansó un poco en mi hamaca leyendo mi periódico POR ESTO!”, relató.
Una vez que ha descansado, comenta que regresa al campo para trabajar otro rato.
“Ya en la tarde me doy otra vuelta al campo para revisar mis sembradíos y trabajar otro rato, pero ya cuando empieza a oscurecer regreso a mi casa; ahorita no puedo estar mucho tiempo allá –se refiere al campo–, porque me agarra la lluvia, pero fuera de todo estamos bien, aunque sería importante que el Ayuntamiento o el Gobierno del Estado me ayudaran con insumos, aunque sea un poco para seguir adelante”, concluyó.
Con información de José Luis Díaz PérezPor Redacción DIgital Por Esto!