Los mariachis callaron. Y no precisamente por el desamor que relata la canción compuesta por José Alfredo Jiménez, sino porque a raíz de la pandemia del COVID-19 las guitarras, trompetas y violines guardaron silencio ante la falta de trabajo que afecta a medio centenar de grupos locales, entre ellos 15 del municipio de Muxupip, considerado “La cuna de los mariachis en Yucatán”.
No hay trabajo desde hace más de tres meses y lo poco que tenemos ahorrado ya se gastó, y de la ayuda que le pedimos al Gobierno del Estado desde marzo pasado no ha habido respuesta, manifestó don José Benjamín Canul Cruz, iniciador de los mariachis en su comunidad desde hace 48 años.
Entrevistado por el reportero de POR ESTO! en su domicilio, explicó que la crisis que atraviesan los músicos es en todo el país y, como ejemplo, señaló que cinco de sus hijos que trabajan con diversos mariachis en Plaza Garibaldi, en la Ciudad de México, regresaron a Muxupip por falta de trabajo y para estar con la familia.
Todos sus hijos músicos
El señor Canul Cruz, tiene siete hijos, seis hombres y una mujer, todos músicos, e incluso, su hija, Flor Canul Peraza, es fundadora y directora del único mariachi femenil de Yucatán, “Luna del Mayab”.
En Yucatán existen alrededor de 50 grupos de mariachis distribuidos en Muxupip; colonia Bojórquez, en Mérida; Cacalchén, Seyé y cuando menos uno en Motul.
Cada mariachi está integrado por cinco músicos como mínimo que ejecutan los siguientes instrumentos: trompeta, violín, guitarrón y guitarra vihuela. El grupo puede tener más de una trompeta y más de un violín, así como también, en algunos casos un arpa.
En este caso, si se toma en cuenta que en todo el Estado existen unos 50 grupos, se estima que el total de músicos desempleados en este género sumarían 250 como mínimo.
“La cuna de los mariachis en Yucatán” se encuentra a unos 30 kilómetros al noroeste de Mérida y registra una población cercana a los tres mil habitantes.
Ensayos en las casas
Al suspenderse los espectáculos y toda actividad pública en general, y decretarse el confinamiento a causa de la contingencia sanitaria, la contratación de los mariachis se redujo a cero.
Don Benjamín resumió que el trabajo de los músicos cayó en más de un 90 por ciento y en estos tres meses los contratos han sido esporádicos, y con limitaciones para actuar a causa de las medidas de sana distancia que se tienen que cumplir. En las dos o tres actuaciones que hemos tenido en algún festejo familiar –apuntó–, el mariachi toca en la terraza o en la calle, mientras que los pocos invitados están en el otro lado, enfrente de nosotros.
No han recibido ningún apoyo
Señaló que los músicos también buscan guardar la sana distancia y utilizan cubrebocas, aunque para cantar y hacer los coros se tiene que retirar momentáneamente las mascarillas para poder respirar y no ahogarse.
Resaltó que hace varias semanas se juntaron unos 50 músicos a las puertas del Palacio de Gobierno para realizar una solicitud de apoyo ante la crisis que atraviesan, interpretando incluso dos melodías, pero al no recibir respuesta, 20 días después efectuaron otra petición en el mismo sitio sin que hasta ayer la autoridad haya respondido.
Expuso asimismo que el alcalde de la localidad, David Pech Martín, tampoco ha hecho nada para gestionar alguna ayuda para quienes trabajan de manera independiente y se quedaron sin trabajo, como son los músicos, albañiles, urdidores de hamaca y campesinos en general.
Sólo un contrato en tres meses
Si nosotros vamos solos al Palacio de Gobierno difícilmente nos van a escuchar y atender, pero si el presidente municipal acude con comisiones de los diferentes grupos es más probable que nos tomen en cuenta, pero lamentablemente el alcalde está ausente, precisó.
A su vez, el joven Alejandro Sabido Chávez, integrante del “Mariachi Gallos”, coincidió en la situación crítica que atraviesan los músicos en general y, en su caso, dijo que en tres meses sólo el pasado domingo tuvo un contrato en Mérida para actuar en una casa por los festejos del Día del Padre.
Sin embargo, observó que los vecinos llamaron a la policía cuando comenzaron a escuchar la música pese a que no era una reunión masiva y se guardaban las medidas sanitarias dictadas por las autoridades.
Apenas era la segunda canción que interpretaba el grupo cuando llegó la policía, pero el dueño de la casa le explicó la situación y no pasó a más, pero esto demuestra la difícil situación por la que estamos pasando los músicos, estableció.
Sabido Chávez tiene 32 años de edad y desde los 15 toca el violín. Ayer estaba ensayando en su casa cuando lo visitaron los reporteros, y comentó que ante la falta de trabajo acordó con los demás miembros del grupo grabar una canción y subirlo a las redes sociales como una manera de promocionarse para ver si de alguna manera alguien los puede contratar..
Larga experiencia
El entrevistado relató que, en su larga trayectoria, ha participado en varios mariachis, entre ellos, el “Mariachi Méndez”; “Mariachi 75”, “Yucatán”, “Azteca”, “Mérida 2000”, “Grijalba”, de la Secretaría de Seguridad Pública, “Gavilanes” y “Kukulcán”.
Añadió que la música le ha dado muchas satisfacciones, entre las más importantes conocer y alegrar la vida de muchas familias, así como haber inculcado a sus hijos la música al grado de lograr que todos sean músicos, de los que cinco trabajan en la Plaza Garibaldi de la Ciudad de México.
Su hijo Félix es baterista y ha participado con “Los Liberarios”, “Juan Carlos y su Banda”, “La Carcajada” y actualmente con “Steven”; Lizandro toca con el “Mariachi Gallos de México”, pero viajó ahora a Tamaulipas. El toca el violín y guitarra, además de que compone; Cruz toca con el “Juvenil de Tecatitlán” y ejecuta el guitarrón y la vihuela.
Enrique se especializa con la trompeta y actualmente participa con el “Mariachi 2000”, de Cutberto Pérez; Miguel ejecuta el guitarrón y estudió en la Escuela Nacional de Música; Joel Aarón se especializa en el violín y ha tocado con la Sinfónica de México y prosigue sus estudios en el Conservatorio de Jalapa, y finalmente Gladys Flor, toca la vihuela, el violín y el teclado. Todos sus hijos tocaron en el coro de la iglesia de la localidad.
Finalmente explicó que él inició con la guitarra y a los 30 años aprendió a ejecutar el violín.
–Empecé a participar con “Los Pacíficos de Mérida” con don Félix Bernabé, quien tocaba la trompeta, pero cuando se le fue el violinista me pidió que sustituyera a ese músico, a lo que me negué al principio, debido a que en ese tiempo la única famosa que estaba en su apogeo con ese instrumento era la modelo Olga Breeskin y me daba pena, concluyó.
Por Rafael Mis Cobá