Las funerarias han registrado una baja considerable de servicios en sus locales, pues ahora, ya sea por miedo o por falta de recursos, los deudos prefieren velar a sus difuntos en casa.
Así, la renta de los implementos para velaciones en casa ha aumentado poco más del 20%, en tanto que el traslado de cuerpos del hospital al crematorio se ha incrementado 15 por ciento.
Un empleado de una reconocida funeraria ubicada en la calle 66 del Centro manifestó que, antes de la contingencia, se hacían poco más de 15 traslados al mes del velatorio al cementerio, pero por el cierre de los camposantos, los traslados se modificaron, pues ahora llevan los cadáveres del hospital al crematorio.
Por su parte, Julio Gerónimo, encargado de otra conocida funeraria, informó que actualmente en los velorios no puede haber más de diez personas, está prohibida la presencia de niños y adultos mayores, además de que no pueden tardar más de cuatro horas.
Filtro de seguridad
Por órdenes de la Secretaría de Salud, la funeraria en la que labora implementó un filtro de seguridad, donde los deudos limpian sus zapatos al entrar, se les pone gel antibacterial en las manos y se les exhorta a guardar la sana distancia.
Apuntó que durante la contingencia han tenido unos treinta servicios de velación al mes, pero ninguno ha sido por COVID-19.
Cuando les reportan un servicio COVID-19, van al hospital correspondiente a recoger el cadáver para llevarlo al crematorio; posteriormente, los deudos acuden por las cenizas.
Por lo que toca a la funeraria del IMSS, el encargado manifestó que ha habido pocos servicios de velatorio y más servicios de traslado de cuerpos de fallecidos por COVID-19 del hospital al crematorio.
Estos servicios se llevan a cabo con base en un protocolo que contempla la limpieza exhaustiva de la carroza y del chofer, para eliminar cualquier posibilidad de contagio.
En cuanto a los velatorios, dijo que la funeraria contrató a un vigilante externo, que es el encargado de verificar el ingreso de diez personas al cuarto de velación, además de que se mantenga la sana distancia en las instalaciones.
(Melly Manzanero)