La industria de la confección, costura y fabricación de bolsos, mochilas, bultos, deportivos, escolares y de gala se vio afectado por los efectos del COVID-19; decenas de talleres ya cerraron definitivamente al no poder soportar la crisis de salud y económica.
Es bien sabido que Huhí es la capital de las bolsas, pues posee más de 120 talleres en los que se confecciona todo tipo de artículos relacionados con bolsas, carteras, maletas, deportivos, para damas y caballeros; para la temporada de regreso a la escuela este año ha sido de lo peor, todo se vino para abajo por la pandemia, dijo José Arturo Poot Ac.
Propietario de un taller y de la tienda “José”, el comerciante dijo que la pandemia llegó a destruir todo. Con la contingencia sanitaria que empezó desde hace cuatro meses, muchos establecimientos han cerrado por la falta de capital, pues se perdieron ventas y empleos.
Poot Ac mencionó que antes de la contingencia sanitaria empleaba a 15 personas, le iba muy bien con la elaboración de bolsas que exportaban a la capital del Estado, Quintana Roo y otras partes del país.
Muchas personas, al ver que no hay empleo y venta de los productos, y ahora que con la "Nueva Normalidad", la economía sigue por los suelos decidieron irse a trabajar a alguna maquiladora o granja para poder ganar algo de dinero.
Desde muy pequeño inició en la costura y ya son más de 30 años que se dedica a esta actividad; una herencia de sus padres al aprender de ellos la industria y maquila de esta noble tarea y logrado inculcar a otras generaciones, pero sobre todo ofrecer fuente de empleo, obtener ganancias para la familia.
Todos los talleres están inmersos en la crisis, por ello y para poder sobre vivir, el comerciante ahora confecciona cubrebocas, desde lo más sencillos, hasta los artesanales y bordados. “Nunca había vivido algo similar desde que inició este negocio, no nos había pegado tan fuerte la crisis económica; recordó que la del año del 1988 y 1994 no fue tan letal como esta”: finalizó.
Por Jesús Lugo Can