Yucatán

Panorama restaurantero, complicado y desalentador: Canirac Yucatán

El presidente de la Canirac en Yucatán aseguró que debido a la contingencia por el COVID-19, el panorama de la industria restaurantera en la entidad es complicado y desalentador
Foto: Cuauhtémoc Moreno

Roberto G. Cantón, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) en Yucatán, aseguró que el panorama de la industria restaurantera es complicado y desalentador en Yucatán y en el país en general esto como consecuencia de la pandemia por el Coronavirus.

Detalló que las ventas son escasas, la afluencia está por debajo del 25 por ciento de lo esperado, los pedidos en la modalidad de servicio a domicilio son limitadas y para variar las comisiones que cobran las plataformas digitales son muy elevadas.

“El panorama del gremio es muy complicado”, indicó el líder restaurantero.

Explicó que el costo de los servicios de comida a través de las plataformas digitales, que actualmente es lo que más se utiliza, es muy elevado y aunado a los impuestos éstos pueden llegar a costarle al restaurantero el 40 por ciento de la venta. “Lo ideal sería entre un 10 y 15 por ciento de comisión”.

“Nos parece abusivo, de poca empatía y solidaridad hacia los restaurantes por parte de estas empresas que se valen de su tamaño y fuerza a nivel mundial para colocarnos contra la pared en situaciones de crisis como la que estamos viviendo”.

Indicó que con la pandemia y la reactivación, los restaurantes en Yucatán implementan el protocolo “Mesa Segura”, lo que ha convertido a nuestros establecimientos en lugares que pueden ser visitados, concurridos por todos y sobre todo seguro.

Aseguró que con la reactivación en la “Ola 1” y la posterior apertura de áreas de comensales los fines de semana, se han sumado dos días muy valiosos en la operación que son de mucha ayuda, sin embargo, es aún limitada y de mucha exigencia para los empresarios que constantemente debemos de reinventarnos, buscar nuevas estrategias comerciales y tomar decisiones para preservar las miles de fuentes de empleo en Yucatán.

Por David Chan Caamal