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Yucatán

Toque de queda: descontento por la falta de transporte

Los nuevos horarios del servicio de transporte público en la ciudad de Mérida generó descontento entre la ciudadanía por la falta de camiones
Foto: Enrique Osorno
Foto: Enrique Osorno

La reducción del horario del servicio de transporte público en Mérida por el toque de queda generó descontento entre decenas de ciudadanos que quedaron rezagados y no pudieron alcanzar su camión para regresar a sus casas luego de su jornada laboral.

El último camión que salió del paradero en todas las rutas fue a las 8:30 de la noche y los últimos en regresar lo hicieron a las 9:30 de la noche, es decir, una hora antes de que entre en vigor el llamado toque de queda por la restricción social para evitar contagios de coronavirus.

Durante un recorrido por diferentes paraderos del Centro, se pudo apreciar a gente que se quedó más de una hora esperando con la esperanza de que un autobús pudiera llegar y de esta manera trasladarse hasta su colonia, sin embargo, esto no ocurrió.

Los taxis y vehículos de plataformas hicieron su agosto en julio ante la buena demanda, un poco ayudados por la Policía Municipal, que recomendaba a los usuarios rezagados que buscaran la manera de trasladarse a su casa ante la nueva disposición de la autoridad.

Mala planeación

Ingrid Figueroa, empleada de una panadería en el rumbo de Santiago, indicó que hubo una mala planeación y que no se pensó en las personas que salían del trabajo luego de las 8:30 de la noche.

Indicó que ella llegó a las 9 al paradero para abordar su autobús, sin embargo, ya no había. La muchacha, vecina de Chuburná, tuvo que utilizar el servicio de transporte de plataforma digital y, en lugar de pagar 8 pesos que cuesta el camión, tuvo que desembolsar 66 pesos.

Danelí Fernández, empleada de una constructora, otra de las usuarias que no encontró transporte, indicó que salió de trabajar a las 8:30, sin embargo, como su centro de trabajo se ubica hasta Ciudad Caucel, llegó al Centro a las 9:30, fue a su paradero para trasladarse al Sur de la ciudad, pero el último viaje salió a las 8:30.

La mujer indicó que hubo mala organización y que un buen horario era a las 10 de la noche. “Muchos salimos en el mismo horario”.

Finalmente, casi a las 10 de la noche tuvo que pedir un transporte de plataforma, el cual le cobró 70 pesos en lugar de los 8 pesos que pagaría por su camión.

Por su parte, José Escalante, vecino del rumbo del Kukulcán, indicó que no se pensó en el personal de salud. Indicó que trabaja en el Hospital “Benito Juárez” del IMSS y es imposible recortar turnos. “Estamos trabajando al 200 por ciento y no podemos salir temprano”.

Labor pesada y sin camión

Explicó que la medida le parece bien, sin embargo, no se pensó en el personal de salud que no cuenta con vehículo.

Agregó que su turno terminó a las 9:30 de la noche, logró alcanzar el último viaje que venía del barrio al Centro, sin embargo, ya no alcanzó camión para su casa.

Indicó que como todos los días fue una jornada muy pesada, debido a que el hospital está a su máxima capacidad.

José no tuvo más remedio que pedir un transporte de plataforma para poder irse a su casa.

Durante el recorrido se constató que no hubo letreros para avisar a los usuarios la reducción del horario del transporte público, tampoco se encontró a algún inspector de transporte.

Filtran la ciudad

Después de las 21 horas, Progreso se apagó y se convirtió en un desierto semi alumbrado, sin su peculiar vida costera.

Con drones y patrullaje de la seguridad pública del Estado y la municipal, se observó que no hubiera violación al toque de queda decretado a partir de ayer.

A diferencia de la capital yucateca, en el puerto no hubo movimiento de peatones.

En la arteria carretera que une a este municipio con Mérida, la policía estatal implementó el operativo para verificar que se cumpliera la restricción de vialidad.

En la carretera Mérida-Progreso, a la altura de Plaza The Harbor, Seguridad Pública instaló un retén donde sólo se permitía el acceso a la ciudad a vehículos de salud o aquellos autobuses y particulares que sólo fueran de paso a otras entidades. El ingreso a la ciudad así fue limitado hasta comenzar la madrugada del viernes, a la espera de levantar el cerco a las 05:00 horas, según manda la medida para evitar más contagios de COVID-19.

Con información de David Chan Caamal y Luis Pérez

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