Tamara, también nombrado Antonio T.M., es una artista urbana oriunda de Chicxulub Pueblo que se dedica a bailar y cantar a cambio de monedas que le permitan subsistir y continuar con su viaje artístico, pues ella misma se considera una “artista nómada”.
“Soy en realidad una artista urbana, bailo y canto a cambio de unos pesos, pero veo que en este puerto algunas personas no les gusta mi trabajo, no sé si por envidia o por miedo a ser superados”, expresó orgullosamente.
A Tamara se le puede observar por la playa cargando su maleta, signo del artista nómada, donde lleva su vestuario para arreglarse y realizar su performance.
Respecto a los artistas que más la inspiraron, comentó que la música y baile de Shakira la animó a emprender en el mundo del arte-urbano. Comentó que, debido a las medidas sanitarias del COVID-19, sus bailes tienen que ser breves, pues la policía la obliga a desalojar el sitio.
“Me divierto y divierto a la gente, pero si vienen los policías me corren, pero no estoy establecido en el municipio debido a que estaré algunos días y después partiré con mi espectáculo a otro lugar, ya que soy una artista nómada […] como todo ser humano tengo necesidades económicas y lo que la gente me obsequia es prácticamente una forma de sacar para mis gastos personales en estos tiempos difíciles”, señaló al referirse a su situación económica.
Asegura que no usa transporte, pues disfruta caminar por el mar, y que muy pronto partirá de Progreso.
“Soy un artista ambulante, no tengo casa, cuando termine el día continúo mi camino. No sé para dónde dirigirme, no tengo un lugar especial a dónde ir ni a quién decirle donde estaré, soy libre como las aves, pero desde luego no me gusta ir a Chicxulub Pueblo, porque mi gente me critica muy feo”, comentó.
Tras narrar su testimonio, las huellas de Tamara se quedan como vestigios en la arena, donde se despidió con un amistoso saludo y prosiguió su camino.
Con información de Julio Jiménez Mendoza
Por Redacción Digital Por Esto!
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