Yucatán

Restauranteros de Yucatán piden trabajar sin Ley Seca

Restauranteros de Mérida piden a las autoridades estatales trabajar toda la semana y sin Ley Seca debido a la crisis económica por la que enfrentan por la pandemia

Que los dejen trabajar toda la semana y no se imponga la Ley Seca a los restaurantes, pidió ayer a las autoridades estatales un grupo de empresarios de ese giro.

Asimismo solicitaron al Gobernador del Estado que les dé una cita para escucharlos, que los vire a ver, pues hay en Mérida más de 200 restaurantes y el triple en el interior del Estado, con un promedio de 15 personas que dependen de cada uno, a los que con las medidas dictadas por las autoridades de salud en los últimos 5 meses se les está negando el derecho a trabajar y, al mismo tiempo, como en un efecto dominó, se daña la economía de otros sectores de la actividad que dependen de ellos, como son los proveedores de insumos, los músicos, e incluso en el caso de los restaurantes botaneros, los comediantes, por lo que “o nos morimos de la pandemia o nos morimos de hambre”.

Recordaron que ellos están trabajando decentemente, han respetado todo el protocolo que les han impuesto y, por ejemplo, recientemente les pusieron como condición para la reapertura que inviertan en sanitizantes, pistolas para tomar temperaturas, geles antibacteriales, etcétera, en lo que cada restaurante tuvo que invertir (con frecuencia pidiendo un préstamo porque, después de tantos meses de inactividad, muchos están prácticamente quebrados) unos 6 mil pesos que tienen que pagar, pero una semana después de la reapertura les volvieron a poner restricciones, se les impidió recibir a los comensales los mejores días que son el sábado y el domingo, y se decretó una nueva Ley Seca que aleja al público acostumbrado a tomar una o dos cervezas con su almuerzo.

Dijeron que, por ejemplo, en el caso de los restaurantes botaneros les va peor, pues nadie quiere comerse una botana con un refresco, sino con una cerveza.

Explicaron que incluso los turistas internacionales y nacionales vienen a tomar cerveza, y no entienden qué es eso de la Ley Seca, pues les parece absurdo que si se abre el restaurante no se puedan tomar con sus alimentos una bebida.

Por todo ello, esas medidas restrictivas –consideraron– no son realmente útiles contra la pandemia y lo que están haciendo es dañar mucho más la economía de todos los sectores vinculados con el restaurantero, en el que muchos establecimientos, si tienen apoyos, podrán recuperarse en uno o dos años, pero si no, irán al cierre definitivo, con lo que empresarios y trabajadores del sector o se mueren de la pandemia o se mueren de hambre.

Eran 25 empleados, le quedan 4

Reunidos en el restaurante El Mesón Yucateco, cada uno de los asistentes expuso sus quejas y sugerencias:

Edgar Manuel Miranda González, propietario del restaurante anfitrión, informó que abrieron hace 6 años y que antes de la pandemia eran 26 empleados, pero ahorita ya solamente le quedan cuatro y él mismo, porque como ya no ganaban tuvieron que buscar otras alternativas personales.

Dijo también que “ya no viene nadie con eso de la Ley Seca, y de que abres y cierras. Aseguró que sus empleados tenían un salario de 3 veces el mínimo, aparte las propinas y todas las prestaciones de la ley, pero al no estar ganando esas propinas, tuvieron que irse en busca de nuevas opciones.

Dijo también:

–Ya está muy difícil la situación para nosotros los empresarios restauranteros. La primera vez cerramos cuando comenzó la pandemia, el 22 de marzo, cuando nos decretaron que por órdenes del gobierno teníamos que cerrar. Y como nosotros vendemos alimentos, nos decían que los vendiéramos para llevar, pero no es redituable. Luego nos dieron oportunidad de inscribirnos en la reapertura económica, nos registramos, tenemos nuestro registro, tenemos nuestros protocolos y nos hicieron invertir en pistolas de temperatura, tapetes sanitizantes, desinfectantes, geles. Todo eso costó 6 mil pesos. Cada pistola cuesta 1,400 pesos. Entonces trabajamos una semana y media con la sana distancia, y ahorita volvió nuevamente la Ley Seca y sí nos vimos muy afectados.

Con la sana distancia tenemos el 25% de mesas para poder venderles comida a los clientes que nos visitan, pero en realidad ni siquiera esas pocas mesas que ahora tenemos se llenan. Sólo una mesita o dos al día. Antes teníamos 65 mesas, ahora sólo 15.

Pérdidas

Entonces el 90% de mis ventas bajaron casi el 100%, por lo que estamos en la quiebra. Perdí todo lo que yo junté en tantos años: más de 300 mil pesos. No despedí a nadie, pero cada colaborador mío tomó sus propias alternativas.

Reconoció que tiene actualmente muchísimas deudas con la CFE, el IMSS y Hacienda, que llegan a casi a 120 mil pesos.

–Pago luz, Seguro Social, renta de 20 mil pesos al mes y son 5 meses. No se bajó nada la renta, no se condonó nada, y con mis ahorros seguí manteniendo el restaurante por las familias que están atrás de mí: 25 familias, de las esposas e hijos de los trabajadores que estaban conmigo.

Recuperación o cierre

–Edgar Manuel, ¿cuándo crees que se logre una recuperación?

–Pues si nos ponemos las pilas y nos dejan trabajar, tal vez a mediados del próximo año, y si no, cerramos definitivamente como muchos negocios han cerrado.

Por su parte, el empresario Carlos Aguilar Sosa, del restaurante Nicte Há, que vende comida yucateca frente a la Plaza Principal y el 16 de agosto de este año cumple 50 años, señaló que ahorita tienen una pérdida de un 70% y, como están muy bajas las ventas, tratan de no cerrar y de lo poco que se venda les pagan a los empleados, cubren gastos, compran mercancía.

–Yo ahorita no estoy ganando, lo que a mí no me perjudica, pero tengo familias que viven del negocio. Ahorita, contándome a mí, somos 6 familias que vivimos del negocio, porque tuve que retirar a 4 empleados por la edad. Mis ventas ahorita llegan a mil, mil doscientos diarios y en el Centro las rentas son un poquito altas.

Como cerré dos meses y medio, el reto ahora es lograr la recuperación.

–¿Cuánto cree que dure la recuperación?

–Viendo exactamente y siendo cautelosos, creo que en unos dos años.

–¿Qué va a plantear en la rueda de prensa?

–Vamos a plantear que a nosotros los restauranteros nos den permiso de vender cerveza, aunque sea con comida para jalar un poco de gente, porque yo tengo turistas internacionales y nacionales que vienen a tomar cerveza. El internacional se va más por la cerveza yucateca y el nacional se va por la Superior, la Tecate, la Lager.

Pero estos turistas a veces no entienden que en Yucatán hay Ley Seca, la gente pide cerveza. Por eso queremos hablar con el Gobernador, vamos a pedir que el señor Gobernador nos de permiso de vender cerveza con comida.

Grito desesperado

Por su parte, Mónica Martínez, dueña de El Mesón Yucateco Sur, señaló que dañar a los restaurantes tiene un efecto dominó:

–Comprendemos la situación que está pasando Mérida y la gravedad del asunto: que la gente se debe de cuidar, pero ya son más de 4 meses que estamos jalando y estirando. Nosotros como empresas, todos los que estamos aquí en la reunión, no hemos recibido ni un solo centavo del gobierno, ni siquiera un programa que esté bien fomentado por alguien que sepa del ramo, porque cerramos varios meses y luego una semana abrimos y a la otra semana decretan otra vez la Ley Seca. Así ya no podemos trabajar. Estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance, pero sinceramente ya estamos en números rojos. Lo que más nos preocupa es la gente que está atrás de nosotros. En El Mesón Yucateco hay 20 empleados, que son 20 familias, que si trabajan comen, ¿y si no trabajan? Entonces damos un grito desesperado al señor Gobernador para que nos vire a ver. Él ha tirado ayuda por todos lados, sin embargo el gremio restaurantero de Mérida no ha recibido absolutamente nada, o por lo menos lo han recibido sus allegados de él, sus conocidos de él, pero los locales absolutamente nada.

Efecto dominó

E insistió:

–Queremos que el Gobernador nos vire a ver, que nos dé una cita necesaria para que podamos, junto con él, hacer un programa. Nosotros nos gastamos más de 6 mil pesos en medidas de higiene.

Lo que va a pasar es que muchos de nosotros vamos a tener que cerrar, muchos definitivamente, otros temporalmente, ¿y qué va a pasar con la economía? Nosotros le dejamos de comprar al que vende pescado, al que vende verduras, a todos nuestros proveedores, y eso es lo que hace el efecto dominó. Entonces por eso: un grito desesperado a Mauricio Vila, que nuestros empleados lo están pasando mal, que ya no tenemos cómo solventar tantos gastos, la luz sigue llegando, el agua sigue llegando, al Seguro Social le tienes que pagar, y aparte hicimos todo lo posible por apoyar a todos nuestros empleados; sin embargo, ya no podemos solventar todos esos gastos y lo que necesitamos es que nos ayude, ya sea de manera económica o poniendo un programa que no nos lo cambie a cada rato, porque si ya estábamos nosotros trabajando con el 25% con todas las medidas higiénicas que nos dieron, ¿y qué pasa? Que de repente otra vez Ley Seca. ¿Quién se va a venir a comer una botanita con un refresco? Pues nadie. La verdad. La venta de comida está a un 20% de lo que vendíamos.

Queremos que los restaurantes sigan activados, vemos que se les da más importancia a los Six que a los restaurantes. El Gobernador nos está dejando morir solos.

Que nos dejen trabajar

Fernando Antonio May Herrera, dueño del restaurante de mariscos El Rey Camarón, ubicado en la colonia San Antonio Kaua II, dijo que al igual que sus compañeros se une a la petición para que les eche la mano el Gobernador, porque son los que han estado más abandonados.

–Muchos negocios pidieron un préstamo para reabrir y les dicen que ya hay nuevas restricciones. Hay muchos otros negocios y oficios detrás de nosotros. Hay meseros, garroteros, cocineros, que nos apoyen, que respeten nuestro derecho a trabajar –concluyó.

La mejor ayuda

Manuel Herrera Barrera, del restaurante El Nuevo Oasis, que es un restaurante botanero, dijo que hace año y medio que están laborando y son muchos los meseros, garroteros, cocineros, que están batallando mucho en estas situaciones.

Dijo también:

–Seguimos batallando como todos los compañeros. Como dice doña Mónica, ¿quién va a acompañar una botana con un refresco?

Es una inversión muy fuerte en medidas del protocolo que nos pidieron, y a la mera hora nos dicen que hay que volver a cerrar.

Y los comediantes que están batallando igual, pues no los dejan trabajar. Que nos dejen trabajar, es todo lo que queremos, más que pedir una ayuda, que nos dejen trabajar nada más, esa es la mejor ayuda.

Nos morimos de la pandemia o de hambre

Finalmente Genny Magdalena Falla Alcocer, la famosa Mamá Genny que participó en el Programa Master Chef 2018 en la Ciudad de México, señaló:

Atrás de un empresario restaurantero hay meseros, cocineros, los de limpieza. Cómo pretenden que les paguen menos, el 50%, si con lo que ganaban no viven y te lo reducen al 50%. Hay que reactivar el sector para que produzca ganancias para que vivan todos.

En un negocio como un restaurante entra la gente de la milpa, la huerta. Tratamos de comprarle siempre a la gente de los municipios. Y vamos a los mercados para comprarle a esa marchante donde todo está fresco, recién traído de la milpa, para darle una buena comida a la gente. Pero todo esto se está yendo para abajo. ¿Y qué va a pasar? Que nos vamos a morir de una pandemia o de hambre. Por eso pedimos una cita para hablar con el Gobernador Mauricio Vila Dosal.

Por Roberto López Méndez