Los pescadores son personas comunes, la diferencia es que el trabajo en el mar es muy rudo, y desde luego riesgoso, pero es la forma de vivir de muchos pescadores que con el paso de los años se hacen viejos y desde luego sufren los problemas que aquejan a los humanos después de las seis décadas.
Lo anterior lo manifestó José Luis Carrillo Galaz, presidente del Consejo de la Federación de Sociedades Cooperativas del Centro y Poniente del Estado de Yucatán, durante entrevista matutina al enterarse de la pérdida de los hombres de mar y del buzo descompresionado a través de las páginas de este rotativo.
Las labores de rescate que ofrece la Secretaría de Marina Armada de México, a través de la Novena Zona Naval de Yucalpetén, en la estación de búsqueda y rescate de los pescadores que son atendidos al sufrir infartos, crisis hipertensiva y problemas de diabetes, resultan de gran apoyo al sector pesquero.
En realidad más del 70 por ciento de los pescadores de mediana altura, entre éstos patrones y motoristas, son mayores de 60 años y la gran mayoría padece de sobrepeso, asimismo problemas de hipertensión y diabetes, en muchas ocasiones cuando se hacen a la mar por 15 a 20 días a la pesca de diversas especies, se les olvida llevar sus medicamentos para el tratamiento de sus males.
En muchas ocasiones escuchamos en la radio que los hombres de mar piden a otras embarcaciones que les lleven sus dosis para el control de sus enfermedades, pero si no llegan las medicinas estarán sin tratamiento durante sus jornadas en altamar y, como dije, afuera el trabajo del pescador ya sea por cobra línea, por alijo, en bicicletas (carretes para capturas de huchinago), o bien buceo para langosta o trampas son en verdad trabajos rudos.
En el mar no hay días festivos, no celebran domingos ni cumpleaños, todos los días son iguales, desde que amanece se prepara el café y después del desayuno todos a trabajar, a través de la actividad que deban realizar en sus embarcaciones pesqueras.
Pero para el trabajo rudo, en el mar no se escatima en comida, todos los pescadores son bien alimentados, desde el desayuno hasta la cena, comen las cantidades que quieran, el cocinero les sirve de acuerdo a sus necesidades, de ahí viene el sobrepeso, porque de 15 a 20 días están en la embarcación, capturan peces, suben alijos, pero desde luego en el mar no se puede hacer ejercicio porque el pesquero siempre está en movimiento, sobre todo en las épocas de nortes.
Como toda persona con problemas del corazón, sobrepeso, hipertensión arterial, diabetes, por el esfuerzo diario se dan casos de pescadores infartados que, debido a la distancia, la Marina envía interceptoras o helicópteros para auxiliarlos.
Pero en verdad los pescadores veteranos, cuya vida es de acuerdo a como la planees, ahora con el COVID-19 y los problemas pesqueros de falta de captura y mercado, hay jornadas pesquera que el hombre de mar puede ahorrar y tener dinero para una vivienda digna y cubrir los estudios de sus hijos.
Muchos veteranos pescadores entre estos patrones se soban el lomo, como se dice comúnmente, porque saben lo rudo de la pesca y cuando les preguntan si quieren que sus hijos sean pescadores, seguramente la respuesta será que no, porque éstos saben cómo es el trabajo en altamar, los riesgos y como padres buscan que su familia estudie y sus hijos se alejen de los barcos pesqueros.
Aunque también hay que aceptar que en las vacaciones de verano o de Semana Santa hay pescadores y patrones que llevan a sus hijos adolescentes de pachocheros, como se le dice a los utiliteros en altamar, que son los que preparan carnada, lavan platos, ayudan a todos al final de la jornada pesquera, entre los tripulantes juntan para su gastada.
Muchos de estos llamados pachocheros, que al final no les gusta el estudio, son los que se incorporaran a las actividades de pescadores siendo los sucesores de los actuales hombres de mar, pero en realidad son pocos los jóvenes que se incorporan a la pesca en la actualidad.
Por Julio Jiménez Mendoza