Yucatán

Orgullosas abuelitas cuidan a sus nietos en Tizimín

Por diversas razones varias abuelitas de Tizimín deben cuidar y velar la vida de sus nietos, por lo que orgullosamente narran sus historias
Foto: Efraín Valencia

La vida no es fácil para algunas personas de la tercera edad que asumen la responsabilidad de cuidar y velar por el bienestar de sus nietos por diferentes motivos.

En un recorrido por la ciudad se pudo localizar a algunas abuelitas quienes dieron una entrevista a POR ESTO!, comentando parte de su historia del por qué cuidan a sus nietos. Algunas señalaron que para ellas es una gran satisfacción el poder estar cuidando a unos pequeñines, ofrecerles amor y ternura.

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Lidia Ayala Díaz, quien se caracteriza por ser una abuela cariñosa, comprensiva, amorosa y que daría su vida por sus nietos, en visita a su hogar platicó que procreó siete hijos y ahora cuenta con ocho nietos, de los cuales cinco tiene a su cuidado, porque sus papás trabajan.

“Desde que estaban recién nacidos mis nietos me dedique a cuidarlos, mi hija que es madre soltera tiene dos niños y yo los crecí porque ella tiene que trabajar para mantenerlos, pero la apoyo junto con mi esposo en los gastos; también cuido a otros tres nietos porque mi hijo y su esposa tienen que trabajar en el molino, pero mientras Dios me de vida y salud seguiré al pendiente de ellos”.

“Yo me dedico a vender tamales horneados por las tardes y siempre me he organizado en mis horarios, porque tengo que atender a mis nietos. Cuando había clases presenciales los llevaba en la escuela y ahora tengo que estar al pendiente para que hagan la tarea. Cuando estoy preparando mis tamales para vender lo hago pero estoy al pendiente de ellos de lo que necesitan, les tengo que dar su comida a la hora, bañarlos y lo hago con amor, que aunque digan que ya crecí a mis hijos, aun puedo crecer a los nietos y eso es doble regalo y recompensa que me dará Dios”.

Candelaria Chuc Simá, señaló que ella tiene catorce nietos, de los cuales cuida cuatro y que para ella el poder estar apoyando a sus hijos cuidando a sus descendientes mientras ellos trabajan es una gran satisfacción.

“Lo hago de corazón, me recuerda cuando mis hijos estaban pequeños y había que darles mucha atención, cariño y cuidado. Cuando están chicos siempre necesitan de mucha atención, yo enviude hace más de diez años y mis hijos me ayudan con los gastos de la comida. Yo trabajo en la casa cuidando de mis nietos aunque no reciba salario”.

Por su parte, Rosalinda Ramayo Conrado dijo sentirse muy feliz de que, a pesar de su edad, aún sigue teniendo fuerzas para salir adelante y apoyar a su familia.

Platicó que a veces se queda al cuidado de sus nietos cuando sus hijos laboran, “para mi es una gran satisfacción el poder darle cuidado, amor y cariño a mis nietos, también me gano la vida vendiendo tamales y buñuelos que preparo junto con mi nuera, para luego salir a las calles a venderlos.

“Antes de la pandemia mis nietos me acompañaban pero ahora no se puede, hay que cuidarlos”, finalizó.

Raquel Margarita Huerta