“Este Día del Abuelo pasó totalmente desapercibido para mí, ni mis nietos y bisnietos me felicitaron, así que hoy es un día normal de trabajo. Para muchos es un día común y la mayoría de los adultos mayores tienen que trabajar para poder sobrevivir”, manifestó don José Canul.
Entrevistado cuando trabajaba como acomodador de coches, motos y bicicletas en el estacionamiento de un centro comercial, a la entrada de la ciudad, comentó que es oriundo de Progreso, Yucatán, y tiene 66 años de edad, que ni en cuenta tenía que es Día del Abuelo pues nadie lo felicitó, ni sus nietos y bisnietos.
Agregó que trabaja todos los días con horario de 6:30 hasta las 20:30 horas y hace su labor con gusto, procura ser amable con los clientes y ellos lo recompensan con una propina.
Recordó que en sus años mozos fue pescador de altura, labor que ejerció por 51 años y hace dos años se bajó de los barcos y se dedicó a cuidar vehículos; en esta labor hay que estar pendiente de quienes dejan sus vehículos, darles su ficha y ver que otras personas no se lleven nada que no sea suyo.
Alfredo Canto May