Celia Chan Canché, de 66 años, originaria de Tekal de Venegas, Yucatán, es una abuela ejemplar pues le ha enseñado a su nieto a trabajar para juntos salir adelante.
Sin temor a la pandemia que provocó el coronavirus y sin saber que el viernes se celebró el Día del Abuelo, doña Celia trabajó como todos los días junto con su nieto
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En entrevista con POR ESTO! narró cómo ha salido adelante con su nieto, indicando que ya tiene más de 20 años vendiendo en la puerta de su casa ofreciendo calabazos; agregó que los turistas le llaman “Bush”. También vende jícaras, tete'ak, copitas, catlec y sonajitas.
Enfatizó que el catlec es para conservar las tortillas calientitas; el tete'ak es para levantar francés o cosas de comer, esto se amarra al techo de las casas antiguas y para evitar que los ratones se lo coman; las copitas de antes servían como vasos a las familia y los calabazos se usaban por los campesinos para transportar agua cuando se iban al monte a trabajar.
Recalcó todo esto servía de mucho a las familias yucatecas, era parte fundamental porque no había plástico como ahora.
Subrayó “ahora esto se ha convertido en lujo, pues los turistas pasan y me compran y lo exhiben en sus casas, le doy gracias a Dios porque tengo a mi nieto conmigo porque me ayuda bastante, yo mientras estoy haciendo cosas del hogar y el está aquí en la puerta cuidando la venta”.
Al cuestionarle si sabía que ayer se festejó el Día del Abuelo dijo que no, “a mi no me importa que se celebre porque mi nieto todo los días me hace sentir bien y eso es mucho más que un festejo”.
Agregó “gracias a Dios tenemos vida y mucha salud, nos cuidamos del coronavirus, no salimos de casa, sólo cuando es muy necesario como ir a comprar o ir al Seguro.
Doña Celia y su nieto Daniel felizmente sacan a vender sus productos del campo que en el pasado fueron elementos muy indispensables en la cocina, en el hogar y para el uso personal.
David Colli