A cuatro meses de haber perdido a su padre y a su tío por el consumo de alcohol adulterado, William sigue exigiendo justicia a la Fiscalía General de Yucatán, que reporta cero detenidos por las 20 muertes durante la primera aplicación de la Ley Seca durante la pandemia.
La paciencia del joven, vecino de la Colonia Maya, se agota porque no solo el trabajo de investigación parecería invisible sino porque tiene que lidiar con la presencia del presunto responsable a unos pasos de distancia de su domicilio.
En entrevista con POR ESTO! William señaló que el hombre que vendió las botellas con las bebidas embriagantes ilícitas fue identificado por su padre antes de morir el pasado 18 de mayo, sin embargo, autoridades no han hecho nada al respecto.
“Ese hombre anda aquí como si nada y yo sólo estoy esperando a ver si se hace algo porque estoy molesto, pero me mantengo al margen”, señaló.
El ir y venir a la Fiscalía durante todas estas semanas deja más dudas que respuestas.
“No sé si es necesario tanto tiempo, había muchas pruebas, se hizo la autopsia, mi papá lo identificó antes de morir, pero está cañón que te estén engañando nada más”.
En una sola semana falleció su papá, su tío y el cuñado de su tío luego de consumir una botella que les vendió un vecino y que, de acuerdo con el Servicio Médico Forense, contenía incluso líquido para frenos y sustancias no aptas para consumo humano.
En todo el estado hubo en total 20 víctimas en los municipios de Mérida, Acanceh y Progreso.
El pasado 12 de junio las autoridades detuvieron a uno de los presuntos responsables de la venta de un whisky artesanal en Acanceh, pero fue liberado cinco días después durante la audiencia de vinculación luego de que el juez consideró que hicieron falta elementos incriminatorios.
“Calienta la sangre”
La impotencia que siente por el hecho de que las autoridades no sancionen a ningún responsable ha llevado a William a pensar en tomar justicia por mano propia porque la confianza en la FGE se agota.
“Calienta la sangre… siempre dicen que están haciendo pruebas, siempre que hablo con ellos dicen lo mismo, que están haciendo investigaciones. Pareciera que no hay forma de acceder a la justicia”, señaló.
Incluso hizo un llamado para que sus vecinos afectados o familiares de las otras víctimas se acerquen para realizar alguna movilización o establecer posibles acciones para presionar a las autoridades.
La declaración de su padre
El día de su muerte a causa de congestión visceral generalizada, la víctima alcanzó a rendir su declaración ante un agente del Ministerio Público a quien le informó datos y paradero del responsable de vender el licor de dudosa procedencia que cobró la vida de nueve personas en la colonia Maya en Mérida.
“Cuando mi mamá fue a preguntar por su reporte de salud le dijeron que él ya había declarado y hasta firmó. A mi mamá le pidieron que también firmara, pero ella ni siquiera leyó el documento y no le dieron ninguna copia”, comenta William.
El joven reconoce que su familiar padecía alcoholismo, pero reclama que no debió ocurrir a causa de un envenenamiento y que el responsable de distribuir la bebida debe recibir una sanción penal.
Por Astrid Sánchez