Yucatán

Se alista reapertura de la zona arqueológica de Dzibilchaltún

A partir del 22 de septiembre, la zona arqueológica de Dzibilchaltún será reabierta para el disfrute de turistas nacionales y extranjeros.
Foto: Luis Payán / POR ESTO!

Las ruinas de Dzibilchaltún que suelen albergar a cientos de personas, quienes acuden a ver el equinoccio y a disfrutar del cenote a cielo abierto, lucen desde hace seis meses desiertas.

Los templos de la zona arqueológica y el enorme ojo de agua, como el resto de sitios turísticos de todo el país, tuvieron que cerrar sus puertas al público como medida de prevención al COVID-19.

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Las pérdidas económicas fueron para las arcas estatales y federales, sin embargo, la naturaleza aprovechó para ganar terreno y permitió la llegada de especies nativas que no es común ver cuando hay afluencia de personas.

Durante un recorrido,  Pedro Pablo Ocampo Salazar, custodio del lugar, dijo que se ha encontrado incluso venados en estos días que no ha habido una sola visita.

“Sí hemos visto cierta mejoría: el agua del cenote se ve más limpia. Salieron muchos peces que no se veían e incluso las tortugas, que es muy raro verlas, han asomado. Hay venaditos, un tigrillo y hasta un yaguarundi que anda por acá”: expuso.

Son 15 trabajadores quienes que laboran en tres turnos y a pesar de la contingencia y el cierre de accesos, han mantenido un trabajo permanente.

Ahora sólo se dan los últimos detalles, se retiran ramas y se termina de eliminar la hierba de las estructuras para poder recibir nuevamente a los turistas, que a partir del 22 de septiembre podrán acceder de nuevo.

Señaló que, reabrirá la zona arqueológica las restricciones consideran el cierre del cenote y del Templo Parado, la  Aldea Maya, La Capilla y así como el Templo de las Siete Muñecas.

Dijo que lo que hoy se mira y se conoce como Dzibilchaltún es apenas el 20 por ciento de la totalidad de lo que es la zona arqueológica pues “hay como 7 mil estructuras” que no están abiertas al público y en muchas se ha estado trabajando. Mencionó que antes de la pandemia se trabajaba, por ejemplo, en la Zona Sur.

Expuso que la labor de los custodios es permanente ya que, aunque hay mucha gente respetuosa y que acude por el valor cultural, también hay otras personas que a veces sólo van con la intención de nadar y conocer el cenote, pero a veces no cumplen con las disposiciones.

Como ejemplo mencionó que hay gente que a veces quiere sacar lirios de los cenotes para llevárselos, así como algunas piedras, incluso hay quienes han intentado sacar conejitos silvestres que encontraron.

“Ya cuando vamos a cerrar nos trepamos a las estructuras porque ha habido gente que se esconde porque quieren pasar la noche acá y eso no está permitido”: expuso.

Cercana a la capital

Dzibilchaltún, que en naya significa “Lugar donde hay escritura en las piedras” o “Piedra escrita donde hay agua”, se encuentra ubicada en el poblado al que se accede por el kilómetro 14 de la carretera Mérida-Progreso y, de acuerdo con los arqueólogos, hubo asentamientos en el lugar desde el año 500 a.c. o antes, y perduró hasta la conquista de los españoles alrededor del año 1540.

Hoy es uno de los sitios más visitados por el turismo local, nacional y extranjero debido a que a través del en el Templo de las Siete Muñecas o Templo del Sol se observa el fenómeno del equinoccio que muestra la precisión de la astronomía maya integrada a la arquitectura.

Ocampo Salazar lleva 11 años trabajando en el Instituto Nacional de Antropología e Historia en diferentes lugares y suma ya seis años laborando en este lugar.

Pilar Ricardi Urban, responsable de la zona arqueológica de Dzibilchaltún, dijo que el lugar está prácticamente listo para recibir visitantes el día 22 y que ahora se realizan trabajos de mantenimiento.

De acuerdo Ricardi Urban, la afluencia de visitantes en promedio es de 400 personas al día en temporada alta, aunque en eventos como el equinoccio pueden llegar 2 mil o 2 mil 500, y en temporada baja se tienen 100 o 150 personas.

Actualmente, cada visitante debe pagar un total de 231 pesos, si es de otro país y 125 si es nacional.

En promedio, el lugar recibe unos 10 mil visitantes al año y alrededor del 60 por ciento de los visitantes son extranjeros, muchos de los cuales llegan al lugar en los cruceros que llegan a Progreso.

Comenzará el lunes

El INAH dio a conocer que Yucatán está listo para abrir en la nueva normalidad siete zonas arqueológicas y dos museos.

El lunes 14 comenzará la reapertura al público, de manera gradual y ordenada, de Uxmal, Xcambó, Mayapán, Izamal y Ek Balam.

El 17 de septiembre reabrirá el Museo Palacio Cantón y, el día 22, las zonas arqueológicas de Chichén Itzá y Dzibilchaltún, esta última con el Museo del Pueblo Maya.

Por David Rico