“Aún no termino de asimilarlo”, suelta una joven de 16 años que ya es mamá.
Continúa, “yo estaba estudiando en la secundaria cuando conocí al padre de mi hijo; él estudiaba en la prepa, el amor a esta edad todo es bonito, color de rosa, sabor a miel, cuando un hombre te anda enamorando es capaz de bajarte la luna y las estrellas, yo creí en sus palabras”
El embarazo en adolescentes se ha convertido en un problema para la sociedad, y el municipio no está exento de esta problemática social.
El 26 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes, su celebración tiene con objeto crear conciencia entre las y los adolescentes sobre las repercusiones en la salud y los retos a los que se enfrentan al convertirse en padres a temprana edad, así como para informar sobre las diferentes alternativas de planificación familiar existentes que les ayuden a tomar decisiones.
La joven madre D.C.A.T, compartió a POR ESTO! que para ella el haberse convertido en madre a los 16 años representa una gran responsabilidad que todavía no logra asimilar, “yo estaba estudiando en la secundaria cuando conocí al padre de mi hijo, él estudiaba en la prepa; el amor a esta edad todo es bonito, color de rosa, sabor a miel, cuando un hombre te anda enamorando es capaz de bajarte la luna y las estrellas, yo creí en sus palabras, en él buscaba el apoyo que en mi casa no me daban”.
“Cuando realmente no era así, mis padres porque me querían me decían que era lo bueno y lo malo para mí, pero yo pensaba que estaban en mi contra; si me regañaban era porque yo estaba haciendo las cosas, era rebelde, ellos solo intentaban aconsejarme porque querían lo mejor para mí, no aproveché la oportunidad que me daban mis padres para tener una buena educación, ser alguien en la vida, de ahí seguí con mi novio, me embaracé, pero al enterarse él de que estaba embarazada me pidió que yo abortara porque aún estamos jóvenes para una responsabilidad como padres”, continuó.
“No me apoyó, yo no quería abortar a mi hijo, tuve miedo en ese momento, no sabía qué hacer, no me quedó de otra que decirles a mis papás, que para ellos al enterarse no les cayó muy bien la noticia, me dijeron que ahora más que nunca debo pensar por mi hijo. Dejé de estudiar para que yo pudiera trabajar para poder mantener a mi hijo ya que el hombre que me embarazó prefirió correr que hacerse cargo”, abundó.
“Ahora mi mamá me apoya al cuidado de mi bebé para que yo trabajara aun estando joven; siento que me faltó vivir más mi juventud, divertirme, pero ahora al convertirme en madre es algo maravilloso, pero si es algo difícil cuando se es soltera porque ya no solamente pensaras en ti, si no en el bienestar, seguridad de tu hijo”.
“Por eso comparto mi experiencia para a todas aquellas jovencitas que apenas estamos empezando a vivir nuestra vida como jóvenes, no arruinen su vida, que escuchen los consejos de sus padres, maestros hoy en la escuela se proporciona aún más información sobre el embarazo, como debemos cuidarnos”, concluyo.
Raquel Margarita Huerta