En Yucatán, el incumplimiento de las obligaciones familiares es una forma de violencia contra la mujer, sin embargo, delito que no es considerado como grave en la legislación estatal y las penas son mínimas.
El Código Penal de Yucatán establece que las penas van de uno a cuatro años de prisión y, en algunos casos, la sanción impuesta por un juez durante un juicio de privación de la libertad es sustitutiva.
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En lo que va del año se han interpuesto poco más de 100 denuncias por este delito, la mayoría en el interior del Estado y, en Mérida, principalmente de mujeres que habitan en colonias del Sur de la urbe.
Sin embargo, de acuerdo con la Fiscalía General del Estado, menos del 20 por ciento de las carpetas de investigación llegan ante un Juez de Control.
Al no ser un delito grave, el acusado en la mayoría de las ocasiones llega a un acuerdo con la denunciante, con lo cual se extingue la acción penal.
Se indicó que más del 70 por ciento de las denuncias se arreglan en una audiencia de mediación, en la cual se cita a ambas partes y por medio de los mediadores se llega a un acuerdo satisfactorio para ambas partes, es decir, estos asuntos no se judicializan.
Cuando no se logran resolver en esa instancia se inicia la integración de la carpeta de investigación, la cual puede llegar hasta un juicio oral, sin embargo, de acuerdo con la Fiscalía, antes de llegar a esa fase ambas partes suelen ponerse de acuerdo.
La profesora Adelaida Salas Salazar, defensora de los derechos de la mujer, indicó que no dar dinero para los hijos tras la ruptura de una relación es una de las formas más comunes de violencia contra la mujer.
“Tenemos casos en los que la expareja humilla a la mujer con tal de no darle dinero”.
Asimismo indicó que, en otras ocasiones, la mujer decide separarse porque sufre de violencia física y moral, sin embargo, no darle dinero es una manera de presión para obligarla a que retome la relación.
La también presidenta del Observatorio Nacional de Feminicidios en Yucatán indicó que han tenido casos en los que estas presiones terminan con la muerte de una mujer. Es decir, el hombre cita a la mujer bajo el engaño de que le dará dinero para los hijos de ambos y luego trata de obligarla a retomar la relación, pero como ésta se niega por el círculo de violencia la mata.
Citó casos en Kanasín, San José Tecoh y Valladolid, donde todo inició con violencia económica y terminó en un feminicidio.
Por David Chan Caamal