Un grupo de vecinos del fraccionamiento Las Américas se inconformaron por una serie de modificaciones en una de las principales vías, específicamente la que se encuentra en la calle 53 por 98 A, pues pasará de tres a un carril; reportaron que los cambios generarán embotellamientos en estos cruces y esto ocasionará repercusiones a los negocios aledaños. Aseguraron no haber sido consultados.
Uno de los representantes de los inconformes, Lázaro Cárdenas Vega, dijo, que se inició la construcción de una serie de modificaciones en los mencionados cruces de la unidad habitacional ubicada al norte de la capital yucateca; señaló que esta obra, lejos de beneficiarlos, creará en un corto, mediano y largo plazo, un importante congestionamiento vial.
Los trabajos se están realizando en todo el fraccionamiento, sin embargo, lo que les preocupa son los que se llevan a cabo en los cruces con la calle 53 por 98 A, cerca de una glorieta. Al respecto, Cárdenas Vega apuntó que una de las estructuras que han construido reducirá en poco tiempo la fluidez vehicular en el lugar, ya que dejarán prácticamente un solo carril para el desahogo de autos.
“Estos proyectos que están desarrollándose pareciera que no hay ningún tipo de estudio previo, porque los cambios que están haciendo lo vamos a sufrir todos los vecinos que vivimos sobre la calle 53”, sentenció.
Consideró que, actualmente, el fraccionamiento Las Américas en una de las zonas habitacionales más grandes de la capital del Estado y, por tal razón, hay un número importante de personas habitando en este lugar.
Detalló que las modificaciones tienen un impacto distinto en diferentes puntos, es decir, que en las calles más grandes e importantes sí funciona, en el entendido que hay el espacio suficiente para “robarle a la calle”, pero en otras, como dijo, que es la calle en donde viven no, en el entendido que es a lo sumo para un carril.
“Yo no soy ningún experto, pero el sentido común me indica que las modificaciones que están haciendo en la 53, no van a funcionar, es más, van a crear más tráfico”, sentenció.
Cárdenas Vega expuso que la calle 53 se vería afectada, pues está llena de establecimientos con servicios de distinto tipo; hay lugares de comida, inmobiliarias, pequeñas zonas de abasto de frutas y verduras, consultorios. Negocios que estarían resintiendo los cambios.
Externó que también se ha prospectado hacer una ciclovía, sin embargo, consideró que esta no está bien planificada, ya que obligaría a los dueños de los establecimientos de la calle a despejar el lugar para darle paso a los vehículos ligeros, quitándoles la oportunidad a ellos o sus clientes para que dejen en las inmediaciones sus automóviles.
Por su parte, otro de los inconformes, Hernán Hernández, expresó que el proyecto pone en jaque a los prestadores de servicios que apenas están recuperándose de los momentos más complicados de la pandemia, al estar sus negocios cerrados por algunos meses.
“Ahora no se puede ver tanto, pero a las seis de la mañana de un día normal el tráfico está pesado, tenemos colas de hasta dos kilómetros de largo y eso que antes teníamos dos carriles, con estos cambios nada más será uno”, declaró.
Finalmente, comentaron que entienden que están tratando de hacer más ágil el tránsito y que se fomente el uso de la bicicleta, pero argumentaron que, a la larga, será peor, debido a la cantidad de personas que viven en el fraccionamiento y de los embotellamientos que estas modificaciones podrían traer.