Yucatán

COVID-19 afecta industria textil en Izamal

La cancelación de pedidos por las bajas ventas, ha desplomado la economía del sector en un 50 por ciento
Por Esto!

Sólo bastó unos meses de pandemia para que la industria textil de esta localidad, que estaba en su mejor época, cayera a un 50% según expresaron los empresarios mayoristas de esta comisaría izamaleña.

La cancelación de pedidos al mayoreo y menudeo por las bajas ventas a causa de la pandemia, ha provocado que la industria textil de esta población caiga repentinamente a un 50%, lo que ha afectado la economía de los lugareños quienes viven del bordado de prendas de vestir ancestrales y modernas.

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En un recorrido que se realizó, ayer, en la población, se pudo constatar que la confección del textil registra una caída de un 50% en las ventas de las tiendas comerciales, y la causa principal de este bajón económico es la cancelación de pedidos al mayoreo y de las ventas al menudeo.

Ésta situación ha causado paros técnicos en la confección del bordado sin que haya aún registros de cierre de comercios y fábricas.

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A pesar de los efectos negativos del coronavirus los propietarios y bordadores resisten a esta crisis cruel.

En breve entrevista con los propietarios de las tiendas de ropa y bordadores de estas prendas, altamente generadoras de empleos para los habitantes de esta localidad, comentaron que la cancelación de pedidos al mayoreo ocasionó el despido de grupos de empleados, causando un gran impacto económico a las familias.

Al respecto, Vito Modesto Pat Uitzil con 30 años de bordador, mayorista y propietario de las tiendas La gracia de Dios y Lol-Ha señaló que es la primera vez que ve una pandemia de esta magnitud que ha causado un fuerte desbalance económico en las familias, precisó que a los 17 años de edad, empezó a trabajar el bordado, “soy mayorista, ofrezco precios de fábrica, es un negocio familiar; durante el tiempo que he estado en este negocio las ventas eran muy  buenas, pero sólo bastó que una enfermedad contagiosa provoque una pandemia, para que todo se venga para abajo, yo comercializo mi mercancía en Mérida, Cancún, Cozumel, Campeche y Ciudad de México, pero al llegar la pandemia me cancelaron los envíos, porque mis clientes no están vendiendo, porque se cerró todo”.

Enfatizó que la cancelación de los pedidos provocó que la elaboración se detuviera, provocando el despido de varios empleados “que dependían de mí”, pero no pienso cerrar mi negocio, quiero seguir, porque de eso vivimos”, añadió.

“Seré sincero, yo no le tengo miedo a la enfermedad, pero lo que me rompe el corazón y me da tristeza es que a la gente que le daba empleo se haya quedado sin trabajo, le pido mucho a Dios que esta pandemia ya se detenga para darles nuevamente trabajo a los ciudadanos, porque ya ni los turistas nacionales llegan.

Por su parte, Domitilo Pat Utizil, con 20 años de experiencia, propietario de la tienda Anateresa señaló que resistirá la pandemia, hemos pasado  huracanes e inundaciones, pero esta pandemia es lo más fuerte que estamos viviendo porque esto es un problema mundial, que no sólo a nosotros nos afecta, sino a todos los sectores comerciales”, agregó.

“Salimos adelante con lo que se vende, que una blusa, que un cubrebocas, pienso resistir esta pandemia porque esto es nuestro trabajo, tenemos mercancía estancada y eso estamos vendiendo porque la fabricación se detuvo, antes había mucho pedido y ahora ya no hay ninguno, esperamos que esto se acabe muy pronto para que todo vuelva a la normalidad.

Mientras que Ángel de Jesús Uitz Uitz dijo que hace cuatro años comenzó a bordar, expresó que años atrás había mucho trabajo “no había descanso y ahora hay escasez, pues sólo hacemos de uno a dos trabajos y no nos alcanza el dinero y gracias a mi hermana, que trabaja en Mérida, cuidando a unos niños, con lo que gana salimos adelante”.