Alonso Mis Canul, de 76 años de edad, es un teabeño que lleva más de tres décadas dedicándose al cultivo de hortalizas en su hogar, una actividad que realiza para el autoconsumo e incluso, para obtener un ingreso adicional para el sostén de su familia.
La siembra de hortalizas en el patio de los hogares, es una actividad que las familias de la comunidad solían realizar con frecuencia, pero con el paso de los años se ha ido perdiendo de forma considerable.
Mis Canul y su esposa María Luciana Caamal Collí de 78 años, con domicilio sobre la calle 33 entre 32 y 34, son de las pocas personas que aún realizan dicha práctica desde hace años.
El septuagenario compartió que se dedicaba al trabajo del campo, pero luego lo dejó para dedicarse al oficio de triciclero, labor que abandonó años después tras ser reemplazado gradualmente por la llegada del servicio de mototaxi.
“Llevo más de 30 años sembrando rábano y cilantro. Aprendí solo, de repente un día compré las semillas y comencé a sembrarlas; ahora que no hay trabajo lo sigo haciendo, urdo hamaca y cuando me fastidio me pongo a sembrar, regar o limpiar el patio”, relató.
En el recorrido a lasáreas de cultivo en las inmediaciones de su patio, se observó el trabajo que el hombre realiza con gran empeño día con día por mantener y cuidar sus hortalizas, fomentando con ello la agricultura orgánica y la economía familiar.
Por cuenta propia, sin el apoyo de algún programa social o gubernamental y sin herramientas de trabajo, Alonso Mis se las ingenia para mantener su huerto de traspatio, quien incluso, ha adecuado espacios pedregosos para cultivar hortalizas.
“Todo se puede desde que tengas ganas de trabajar. Aquí busco un poco de dinerito para el gasto, no es mucho, es muy poco, pero es algo. Me gusta este trabajo, por eso lo sigo realizando”, destacó.
Con los años que ha dedicado a dicha labor, sabe la temporada adecuada para cultivar la variedad de las hortalizas y ofrecer productos frescos; asimismo, remueve la tierra para poder sembrar sus rábanos y cilantros, con el apoyo de su esposa.
“Conforme se va gastando, voy sembrando otro, así me la paso. Yo siembro rábano, cilantro y algunas plantas medicinales. Hay gente que es apoyada por el gobierno y no lo aprovecha, yo creo que, si son apoyados, deben trabajarlo”, culminó.
Por la mañana o por la tarde, Mis Canul dedica parte de su tiempo para atender su huerto, pues de él depende que siga creciendo y brindándole todo lo bueno que la tierra les da.