Desde los últimos días de diciembre a la fecha, la venta de carne ahumada, uno de los productos distintivos del municipio, se ha ido recuperando poco a poco a decir de varios carniceros y propietarios de establecimientos locales.
Al respecto, Wilma Georgina Aguilar, propietaria de “El Negrito Ahumado”, uno de los establecimientos dedicados a la comercialización de carne ahumada en el municipio, mencionó que haciendo una comparación con años anteriores, el 2020 fue uno de los peores años para la venta de ese producto.
“La venta se desplomó en casi un 70 por ciento. Las pérdidas fueron incuantificables, al grado que mi esposo y yo pensamos inclusive en cerrar temporalmente luego de 10 años de estar funcionando; sin embargo, por nuestros cinco empleados, cuyos ingresos dependen por completo del negocio, seguimos adelante”, sostuvo.
La entrevistada subrayó que la pandemia los afectó demasiado, al grado que hubo muchos días en que sus ventas fueron nulas, situación que los hizo idear nuevas maneras de llegar a la gente, implementando, por ejemplo, la modalidad de servicio a domicilio y agregando opciones en el menú, como los nachos de carne ahumada.
Por su parte, Olga Mercedes Mena Novelo, otra persona dedicada a la venta de ese producto en el municipio, mencionó que de marzo a agosto del 2020 fueron meses críticos para su negocio.
Precisó que las ventas de su establecimiento están dirigidas principalmente a los visitantes y establecimientos de fuera y la escasa afluencia de turistas debido al COVID-19, así como la cancelación de pedidos ante el temor de contagio, propiciaron que sus ventas literalmente cayeran a cero.
“Estoy hablando de días y días en que no vendimos absolutamente nada, sólo abríamos el lugar para mantenimiento, barrer, limpiar. Lamentablemente el pago de la luz, la nómina de los empleados, teníamos que cubrirlos y eso representó pérdidas económicas muy fuertes”, aseguró.
Mena Novelo agregó que en todos los años que Carnes y Restaurante “Ahumados” lleva funcionando, las crisis han ido y venido, pero nunca habían tenido ventas tan bajas como las provocadas por el COVID-19.
“Pese a todo, ‘Ahumados’ no recibió ningún tipo de apoyo por parte de alguna instancia gubernamental y tuvimos que ingeniárnosla para salir adelante. Afortunadamente, de diciembre a la fecha las ventas se han ido recuperando lentamente, quizá hasta en un 60 por ciento”, expresó.
En lo concerniente al ramo de carnicerías (dirigidas por lo general al consumo local), las pérdidas fueron menores, no obstante también se registraron drásticas bajas en las ventas, según mencionó María Dolores Medina Ciau, hija del propietario de la carnicería “La Estrella”.
“En nuestro caso, la carne ahumada que nuestra carnicería produce está dirigida a los consumidores locales y no tanto a los foráneos… eso ayudó bastante. Sin embargo, las ventas cayeron en más del 30 por ciento”, mencionó.
La entrevistada puntualizó que el COVID-19 propició una crisis económica muy fuerte y ese fue el factor que hizo que sus ventas se redujeran por varios meses, “pues la gente prefería comer alimentos más económicos y dejar la carne para ocasiones especiales”.
En definitiva, las personas dedicadas a la venta de carne ahumada dijeron tener fe en que este año que inicia todo mejore y, para ello, pidieron la colaboración de la comunidad en general para cuidarse, “pues a nadie le conviene que los casos de COVID-19 se disparen nuevamente y el Gobierno del Estado dé la orden para un nuevo cierre en los negocios”, concluyó.
SY