El fundador del colectivo Vega Mérida, Kochi Veliz, aseguró que seguirán luchando contra el maltrato animal y, a más de cinco años de no solucionar el problema de los caballos que son utilizados en las calesas, insistió que en Yucatán deben adoptar el modelo de otros Estados para sustituir los carruajes convencionales por unidades eléctricas.
Esta organización, junto a la de Movimiento Animalista Ciudadano (MAC), sostuvo una reunión con las autoridades para dialogar sobre reemplazar el vehículo tradicional a uno con motor.
“Nuestra propuesta fue con la mejor intención; el propósito es proteger al animal y apoyar a los caleseros, pero el diálogo quedó estancado por la llegada del COVID-19”, indicó Kochi Veliz.
Señaló que en la actualidad existen cerca de 22 calesas y al día laboran 16 (8 por turno), esto con la finalidad de que los caballos tengan más descanso. El año pasado reunieron más de 10 mil firmas a favor de acabar con los coches tirados por equinos.
“Tenemos el dedo sobre el renglón y no dejaremos pasar este problema, queremos que el ayuntamiento de Renan Barrera nos dé una solución y por eso ya estamos retomando este tema con los responsables”.
“Lo que hemos platicado es que se vayan reemplazando los vehículos tradicionales con uno moderno y más seguro. Sabemos que el costo de una calesa eléctrica es elevado, pero la propuesta es llegar a un arreglo entre el Gobierno con los caleseros, así podrían empezar a comprar uno o dos modelos y dividir gastos”.
En datos recabados, Guadalajara ya implementó este tipo de unidades para atraer más al turismo nacional e internacional, dejando a un lado a los caballos.
Esa ciudad cuenta con 30 calesas eléctricas subsidiadas por las autoridades, que aportaron el 70 por ciento del costo y el 30 restante lo pagará el propietario en un plazo largo. Incluso el servicio mecánico lo absorbe el Gobierno de Jalisco.
“Queremos exponer próximamente esta idea en la mesa de diálogo para que el alcalde vea lo que Guadalajara ha logrado. Considero que es una opción viable y no sacada de la manga. Entre las ventajas de adquirir autos de esta calidad es que el turismo tendrá una mayor plusvalía, el propietario contará con las medidas de seguridad, como espejos laterales, asientos cómodos, direccionales y faros que le darán confianza a las personas”.
Se calcula que el costo de estas unidades está entre 280 mil y 300 mil pesos, como vehículos austeros. Con mayor equipamiento se eleva a más de 500 mil pesos.
“Sabemos que ambas partes tienen que invertir para concretar este proyecto que le ha funcionado a Guadalajara y Guerrero, este último con apenas 5 unidades”.
Entre las desventajas de una calesa tradicional está que “no cuentan con las medidas de tránsito, cuando llueve el animal se resbala y en ocasiones hasta los mismos caleseros pierden el control del caballo y provocan accidentes”.
“Los caleseros se aferran a no dejar el coche convencional porque junto con el caballo representa un costo de 90 a 95 mil pesos, un precio mucho menor que uno eléctrico, pero de realizar un convenio con el Gobierno el beneficio sería para ambas partes: más visitantes y mayores ganancias” dijó Kochi Veliz
Respecto a los animales, el fundador del colectivo Vega Mérida dijo que, “si el proyecto se pone en marcha y los dueños no buscan qué hacer con los caballos, tenemos contemplado una hacienda cerca de Mérida que se podría encargar de los ejemplares”.
SY