Yucatán

Mercado 'La Pepita' obra fantasma del ayuntamiento de Mérida

Pese a sus peticiones al ayuntamiento, los comerciantes no han sido escuchados y el espacio sigue sin usarse
El mercado fue un proyecto que empezó en 2004, sin embargo se edificó hasta el 2012. / Víctor Guijón

Ante los señalamientos de locatarios del mercado Lucas de Gálvez, particularmente del área conocida como “La Pepita” -localizada a un costado de la central de abastos-, que se encuentra en abandono, la regidora, Alejandrina León Torres, calificó este espacio como un edificio fantasma, el cual fue muy costoso y, a la fecha, no ha dado los resultados que las administraciones municipales esperaron desde su construcción en 2004.

La funcionaria municipal indicó que hace año y medio propuso en el cabildo meridano una remodelación e intervención en este espacio conocido como el mercado “La Pepita”, aunada a ciertas áreas del Lucas de Gálvez; sin embargo, comentó que no fue escuchada.

Noticia destacada

Surge #LadyPepitas, mujer se niega a usar cubrebocas por comer en una combi: VIDEO

Noticia destacada

Mercado 'La Pepita', inversión de 33.5 mdp desperdiciada por el Ayuntamiento de Mérida

“El mercado de “La Pepita” es un área abandonada, ahora sí que como decimos, es un edificio fantasma, donde le metieron muchísimo dinero y a la fecha no ha dado los resultados que se esperaban”, dijo en tono crítico.

La regidora consideró que el mercado de “La Pepita” es una alcancía, una caja chica, donde el Ayuntamiento estaría justificando gastos innecesarios.

En ese sentido, León Torres consideró que si ya hay un espacio construido y se tienen vendedores que necesitan un lugar, lo más lógico sería reubicarlos en este mercado.

“Puede ser una oportunidad para solucionar incluso el ambulantaje, se le puede dar a los vendedores todas las condiciones para que puedan trabajar, sobre todo por las condiciones que estamos viviendo por la pandemia”, indicó.

La regidora del Ayuntamiento de Mérida criticó que no es el único espacio que ha abandonado la comuna meridana; dijo que hay otros lugares en centrales de abasto que se encuentran en el olvido y que son responsabilidad de la comuna meridana.

“Estuvimos la semana pasada en el mercado de la Colonia Mulsay y sólo están 4 locatarios, y hace poco se hizo una inversión fuerte; entonces, hay que darle la oportunidad a las personas que desean trabajar en esos lugares, sin tantas trabas”, expuso.

Asimismo, consideró que la autoridad municipal debería ser más empática con los locatarios, dadas las complicadas circunstancias económicas derivadas de la pandemia, por la falta de liquidez de la ciudadanía en general, y en tal sentido ser flexibles en el cobro de cuotas por los espacios que utilizan para ofrecer sus productos.

Voces de locatarios

Como hemos informado, “La Pepita” fue un proyecto que empezó la exalcaldesa Ana Rosa Payán Cervera en 2004, sin embargo, fue edificado por la exedil Angélica Araujo en 2012, en su administración municipal.

Al momento, la zona lateral y frontal sirven de estacionamiento para motocicletas y bicicletas, así como para la instalación de vendedores ambulantes. Son precisamente algunas de estas voces, las de los comerciantes de las inmediaciones, los que consideran que el espacio está desaprovechado y que se podrían beneficiar con él.

Fanny Narváez, comerciante que desde hace 10 años, ofrece pan a un costado del mercado de “La Pepita”, la cual se observa cerrada, sin posibilidad incluso de mirar hacia adentro; candados impiden la entrada y se ha dispuesto malla ciclónica con algunos plásticos que impiden ver el abandono del interior.

La locataria consideró que su negocio estaría mejor dentro de este espacio, pues dijo que actualmente no vende lo suficiente; además de estar en un local reducido, junto con otros de sus compañeros.

Relató que este espacio se usó temporalmente durante la pandemia, trasladaron a los vendedores de pescados, así como mariscos, en lo que les remodelaban su lugar original y donde se encuentran actualmente, lo que estaría probando que efectivamente el lugar puede ser utilizado; sin embargo, éstas acciones no se han concretado.

“El sitio está triste, la verdad ese lugar no nos ha beneficiado, nos gustaría que nos den la oportunidad de usarlo, pero hasta ahora nada”, comentó.

Por otro lado, una locataria que sólo se identificó como Sara dijo que el mercado de “La Pepita” está olvidado y que si las autoridades no piensan ponerlo en función y reubicar a los comerciantes de las inmediaciones a este lugar, al menos se tomen el tiempo de darle mantenimiento a esa área, ya que luce desatendida.

Explicó que, si bien por las mañanas no hay problemas de iluminación, el suplicio de los comerciantes inicia cuando cae la noche, ya que las luces suelen fallar, y que la zona en general presenta ya desgastes por el paso de los años, aunado a la falta de atención.

Pidió que sean escuchados y que si no los moverán a este espacio, al menos den mantenimiento a las inmediaciones, a fin de que el sitio esté más presentable y pueda captar más clientes.

Finalmente, un joyero del área que prefirió mantenerse en el anonimato, externo que desde hace más de 16 años, cuando se inició el proyecto, les dijeron que los iban a reubicar; sin embargo, comentó que hasta la fecha, ni él ni los otros locatarios saben nada de los avances o bien de un eventual cambio que podría beneficiar los ingreso de los comerciantes.

SY