Yucatán

Tilán Franco, artesana de canastas navideñas, se enfrenta a una dura crisis

Para estas fechas, Tilán Franco, ya tenía encargos de las llamadas canastas navideñas, que se utilizan para regalar en las fiestas decembrinas
Intermediarios suelen exigir a los fabricantes el abaratar sus precios / Pavel Jurado

Entre los intermediarios y costos del material para su realización, los artesanos de la cestería de palma en el municipio están pasando por una dura crisis, señaló María de la Luz Tilán Franco, quien, desde hace más de 30 años, se dedica a elaborar dicha artesanía.

Para estas fechas, Tilán Franco, ya tenía encargos de las llamadas canastas navideñas, que se utilizan para regalar en las fiestas decembrinas, sin embargo, ahora ni siquiera ha iniciado a elaborarlas, porque teme que no sea vendida su producción.

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“Estamos pasando por muy mala racha, como creo que varias personas en el municipio, pero esta labor la llevamos haciendo por 30 años y el municipio ha sido reconocido por esta artesanía, por lo cual no debemos dejar que desaparezca”, indicó la artesana que realiza productos orgánicos con piezas tejiendo huano.

Entre sus testimonios, afirmó antes de la pandemia acudía ella misma por semana llevar sus productos a la capital del estado, que entregaba a un comerciante de la zona de portales del mercado “Lucas de Gálvez”, pero ahora sólo elabora las piezas por encargo y en pocas cantidades.

“Ahora estoy elaborando una cunita de bebe, de las llamadas ´Moisés´, con la cual ya llevo trabajando cerca de una semana y que venderé en 150 pesos, pero estoy segura que ahí la van a vender en el doble o el triple”, aseguró

Asimismo, compartió que han visto como quienes les compran su trabajo les suben mucho el precio a sus artículos, por lo cual afirma que no lo venden y por ello no les encargan más, “pero pues qué más podemos hacer nosotros no podemos ir directamente a venderlos, pues sólo en pasajes del camión pagamos 80 pesos, más si comemos algo ahí, no sale el costo para ir diario”.

Recordó que en una ocasión llevó porta platos que realizaba, y que su comprador solía pagarle 15 pesos por cada uno, siendo que estando ella entregándolos llegó un cliente y sólo escuchó como le dijo que cada uno les costaba a 65 pesos, hecho que, en cierto grado, le molestó.

“A los artesanos hasta nos piden que le bajemos a nuestro trabajo, y ellos sólo por venderlos ganan más”, afirmó.

María de la Luz manifestó que ya no se puede dar tan barato esta artesanía porque igualmente por el precio de la palma ha subido, debido a los escases de ésta, “cada palma nos cuesta entre 14 y 15 pesos, siendo que para elaborar una canasta nos lleva a veces hasta cinco o seis”.

Lamentó que ante esta falta de mercado incluso ha tenido que buscar un nuevo empleo, siendo que ahora los viernes y sábados se dedica a lavar ropa ajena, lo cual incluso le impide tejer esos días, aunque aún con todos estos inconvenientes no quiere permitir que este arte de Halachó se pierda, por tal razón ha tratado de enseñarle a su hija, arte que María Tilán Franco aprendió de su difunta suegra.

También, dijo que una de sus grandes recuerdos es cuando la llevaron a impartir un taller a reclusas del Cereso de Playa del Carmen, “poder enseñar este arte es muy bonito”.

María del Carmen Pool Tilan, hija de la artesana, externó que desde pequeña ha visto cómo sus padres se han dedicado a tejer objetos, siendo que ella sólo ha logrado aprender las canastas llamadas “cuadros” que una empresa yucateca comercializadora de salsas les encarga.

“Ellos nos compran estas canastas en 14 y 15 pesos y le sirven para poner ahí sus productos y venderlos, antes nos encargaban hasta 100 a 150 piezas semanales, y ahora la última vez cuando mucho nos encargaron 17”.

 Otra causa que les ha afectado es que las fiestas y eventos sociales se han suspendido, pues antes hacían encargos de arroceros para las bodas, abanicos o floreros para entregar como recuerdo, pero ahora ya ni eso.

“Antes teníamos variedad de productos floreros, mercaderas, tortilleros incluso para vender a menudeo, ahora sólo hacemos por encargo para no tener asentada la inversión”, concluyó.

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