Yucatán

Paciente de leucemia narra calvario en hospital público de Mérida: HISTORIA

"Me tuvieron esperando por más de 10 horas en la sala de espera donde había muchísimos pacientes, de todo tipo, incluidos los que estaban contagiados de COVID-19", comentó
Emilio Leyva Peralta fue diagnosticado con cáncer en la sangre, al no poder solventar los gastos fue remitido al HRAE / Por Esto!

El pasado 8 de agosto Diego Leyva fue diagnosticado con leucemia y ha vivido en carne propia la decadencia que hay en los hospitales públicos de Yucatán, pues después de que llegara a la sala de urgencias de una clínica privada presentando un cuadro de anemia severo, tuvo que ser remitido al Hospital Regional de Alta Especialidad de la Península de Yucatán (HRAE) para ser atendido, toda vez que no podía solventar los altos costos de la institución privada.

Diego, narra su mala experiencia como paciente de un hospital público “llegar a ese hospital fue lo peor, he defendido a muchas personas que sufrieron de maltrato y vejaciones ahí, pero la verdad es que nunca creí que las iba a vivir en carne propia, de entrada, nunca pensé ser diagnosticado con cáncer y peor aún nunca pensé que el trance iba a ser tan complicado”.

Noticia destacada

Activistas de Mérida protestan contra el maltrato animal en Yucatán: VIDEO

Noticia destacada

Casas baratas en Mérida: Estas son las zonas con los precios más bajos

Abogado de profesión Diego Emilio Leyva Peralta es también activista y asesor legal del Frente por los Derechos de las Mujeres en Yucatán, en su interés por ayudar a los más desprotegidos mediante su profesión, asesora a quienes han sufrido de violencia médica promoviendo demandas contra hospitales públicos del estado de manera gratuita.

Para Leyva Peralta ingresar al hospital, fue el inicio de una serie de violaciones a sus derechos “siendo yo paciente diagnosticado con leucemia que es una enfermedad mortal, me tuvieron esperando por más de 10 horas en la sala de espera donde había muchísimos pacientes, de todo tipo, incluidos los que estaban contagiados de COVID-19”, por sus defensas bajas, el riesgo de que se encontrara ahí era muy alto.

 Después de la espera, fue trasladado a un cuarto en el que compartía espacio con otros pacientes, pero él explicó que debía estar solo debido a su condición “me tuvieron con otros enfermos como si mi enfermedad fuera cualquier cosa, por suerte llegó un médico residente que revisó mi expediente clínico y pidió que me trasladaran a una habitación para mí solo”.

Una vez estando en el cuarto, los médicos procedieron a tomarle los signos vitales y el procedimiento de rutina como pesarlo y medirlo, pero debido al frágil estado de salud que presentaba en ese momento, se desmayó. Una vez que recobró la conciencia, Diego fue trasladado a su habitación en silla de ruedas, pero el personal le exigía que se moviera solo. “yo estaba sin fuerzas, recién recuperándome de un desmayo por descompensación, pero no quisieron ayudarme” ese es el trato que le dan a los pacientes en ese hospital, añade.

Los siguientes días fueron una tortura emocional para el afectado, pues explica, “en mi caso, el médico me dijo que estaba confirmado que tenía leucemia, que aún no sabían de qué tipo, pero que me quedaba muy poco tiempo de vida, que debía tomar la quimioterapia genérica y eso me daría el 70% de sobrevivir la primera semana, solo hablaba de estadística y números, nunca me preguntó si me encontraba bien y si necesitaba ayuda psicológica para pasar el trago amargo de recibir una noticia como esa”.

Tras rechazar la quimioterapia genérica, Diego explica que comenzó a recibir un trato despectivo por parte del personal médico.

Durante su estancia en el nosocomio, el afectado señala que le llegaron a ofrecer en venta material médico que requería durante su estancia, pues el que le proporcionaban en el lugar hasta el mismo personal lo catalogaba de baja calidad, por ende, su eficacia y duración eran obsoletas “yo pienso que el hospital Raepi es más un campo de concentración, que un centro de curación” expresó.

A causa de su experiencia dentro del sistema de salud pública y decidido a ya no atenderse en ese hospital, decidió junto con una amiga, emprender una campaña por Facebook para recaudar fondos, para así poder contar con los medios económicos y atenderse en una instancia privada “yo voy a seguir adelante caminando, y lo haré lo mejor que pueda”, expresó.

A pesar de recibir mucho apoyo, Diego señala que se siente tranquilo y que es consciente que su enfermedad lo puede llevar a la muerte, él dice estar preparado para cuando llegue el momento.

Síguenos en Google News y recibe la mejor información

JG