Como parte de su recorrido por el interior del estado a lo largo de todo el año, la Santa Cruz de Popox originaria de Hocabá, estuvo de visita en el hogar de María Blanco Koh Nah de 98 años, quien continúa viva una tradición familiar que ha perdurado por generaciones.
En el predio ubicada sobre la calle 18 entre 29 del sector San Rafael, la nonagenaria y su familia realizaron rezos y novenarios para refrendar la ferviente devoción y gratitud a la pieza religiosa; una fe que se remonta a más de un centenario.
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La pieza milagrosa de mayor tamaño llegó a la comunidad de Tekit, proveniente de Chumayel, el pasado de 15 de octubre y estará a disposición de los lugareños hasta el 29 del presente mes, para luego continuar con su recorrido por otros municipios.
A su llegada, fue recibida por la familia Villanueva Chan, donde permaneció por cinco días. Posteriormente, fue llevada al hogar de María Koh Nah, donde estuvo el día 20 y 21 de octubre, como parte de la promesa familiar que inició con sus abuelos, padres y ahora siguen sus sobrinos.
“Desde que tengo uso de razón, siempre han recibido a la Santa Cruz, antes le hacían sus novenas en el rancho San Antonio donde vivía mi tía; ahora, a pesar de su edad, la sigue recibiendo pero aquí en su casa”, indicó María Casiana de 57 años, sobrina de María Blanco.
La mujer recordó las pláticas de su familia en torno a la celebración a la reliquia religiosa, que se remonta a décadas atrás, en el rancho de Ya´ax ic, Dolores Aké, Jesús, Chaác lu´um y San Antonio, ubicadas en las periferias de Tekit.
“Nos contaban que antiguamente, iban a buscar a la Santa Cruz hasta Hocabá, pero caminando; lo ponían en un morral y así lo traían para que le hagan sus novenas en los ranchos cercanos, eso cuando la gente vivía en los ranchos”, indicó.
Tras permanecer en el hogar de la nonagenaria, la pieza religiosa continuó con su recorrido en la comunidad, donde la mañana de ayer fue llevada al predio de César Briceño, donde permanecerá hasta el 29 de octubre.
“Desde que tenía 8 años, recuerdo que mi papá le realizaba sus novenas en el rancho donde vivía. Se hacían sus bailes y bachata, no sabemos desde hace cuánto tiempo que está llegando a Tekit, pero sí sé que mi abuelo y papá le celebraban. Conmigo, es la tercera generación”, precisó César Briceño de 64 años.
Durante la estancia de la cruz peregrina, los hogares son visitados por lugareños a todas horas para encender una vela, llevar flores a la pieza de madera arropada por prendas de oro, así como participar en las actividades religiosas.
El día 30 de octubre, la Santa Cruz continuará con su recorrido, para visitar la ciudad de Mérida.