Joven pide ayuda tras sufrir un accidente provocado por la Policía Municipal de Ticul, Yucatán

ELamentable situación vive el joven Miguel Angel Méndez Díaz de 30 años de edad, en compañía de su esposa con 8 meses de embarazo, luego de que el pasado martes durante las primeras horas de la madrugada, sufriera aparatoso accidente, al serle cerrado el paso con la portezuela de una patrulla de la Policía Municipal de Ticul. Situación que lamente al narrarla, aduciendo que ciertamente durante la tarde del pasado lunes 25 de octubre y parte de la noche, había estado divirtiéndose con algunos amigos, tomando las cervezas.

Siendo que ya pasada la media noche, le piden por los compañeros devolver algunas de las cosas que habían prestado al haber estado conviviendo, lo cual realiza a bordo de una moto tipo cross que había prestado a otro amigo, en compañía de otro compañero, cuando al estar retirándose se da cuenta de que una camioneta de la policía municipal vira hacia el lugar por el que transitaban sobre la calle 19, por lo que decide girar hacia la calle 34 con dirección sur a norte, a fin de evitar complicaciones.

Ya que según menciona durante las últimas fechas, había sido detenido en algunas ocasiones e incluso le habían acomodado algunas “calentaditas”, al agarrársele algo alcoholizado, por lo que comienza a avanzar sobre la 34, sin saber que por la calle 17, ya venía otra patrulla para interceptarlo. Lo cual ocurre al momento de cruzar la calle 17 x 34, siendo rebasado inmediatamente por una unidad al mando de un agente a quien identifica solamente como Santana.

Sin imaginar que inmediatamente ser rebasado, como según narra pues, nunca hubo una indicación verbal vía altavoz, no me amonestaron, ni siquiera me prendieron alguna luz de advertencia, cuando de pronto metieron el frenón y abrieron la portezuela del conductor, por lo que luego de aporrearme contra la portezuela, me proyecte contra la albarrada derribando varios metros de piedra.

En ese momento quise caminar y solamente avance un par de pasos, pues me desvanecí, no recordando nada más, pero unos vecinos del lugar y una cámara de video fueron testigos de lo que ocurrió entonces, además del amigo que me acompañaba, ya que fui agredido estado tirado en el suelo perdiendo por completo la conciencia, la cual no recupere sino hasta ya entrado el día en que desperté en una celda como a las once de la mañana, con terribles dolores en todas partes del cuerpo.

Por lo que al quejarme de los intensos dolores, me sacaron de la celda, sin ninguna piedad por mis lesiones y me abordaron a una patrulla, en la que me trasladaron hasta la clínica de la ciudad de Tekax, en donde supuestamente dejaron dicho que al terminar de atenderme les avisaran, para ir a recogerme. Más los policías municipales me dijeron abandonado a mi suerte, ´pues a pesar de que se habló repetidamente a la base Ticul y quedaron de acudir a buscarme, nunca lo hicieron.

Así permanecí hasta ya entrada la tarde en que luego que me atendieron los doctores y se me aplicaron algunas curaciones, tuve que recurrir a la caridad de la gente que estaba en la clínica en ese momento y gracias a sus donativos, junte para mi pasaje y fui llevado a la terminal de autobuses, para retornar como pude en un autobús del Mayab.

Siendo que al llegar a mi casa a duras penas, me entere de que mi esposa no sabía nada de lo sucedido, pese a que los policías. Habían informado que ya mi familia sabía de mi situación, por el momento no quiero más problemas, solamente que el alcalde municipal Rafael Montalvo Mata, se entere de la terrible situación por la que estoy pasando y se apiada, para que me brinde el apoyo del municipio, ya que soy un pobre campesino que vivía de cortar leña y mi esposa está a punto de dar a luz a mi hijo. 

Espero que se apiade de mi situación y me brinden el apoyo para superar esta situación, la verdad estoy muy mal, con el pie prácticamente destrozado al igual que mis dedos de las manos, tengo fuerte dolor en la cabeza, no pudo ni masticar, un ojo no lo puedo ni abrir por los golpes y lo peor es mi situación económica, ya que solamente estoy sobreviviendo con mi esposa por la caridad de unos amigos, quienes me regalan un plato de comida y me han dado algunas vendas y medicinas.

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RM