Ayer, acudieron al Palacio Municipal, vendedores de alimentos y antojitos del programa Mérida en Domingo, para pedir una reunión con personal de la Dirección de Fomento Económico y Turismo, con el objetivo de exigir su retorno a las actividades dominicales.
“Los oferentes de comida quieren ya volver a trabajar, sabemos que sigue habiendo un problema y que la pandemia sigue, pero todos ya están laborando, los restaurantes, los bares, las cantinas ya están abriendo, los oferentes de Mérida en domingo tienen más de 10 meses que volvieron, pero estos vendedores nada”, expresó Carlos Ojeda Estrada, líder de la Asociación de Ambulantes y Baratilleros “Benito Juárez García”.
Dijo que son 22 distintos comercios de tortas, tacos, panuchos, salbutes y otros comestibles, algunos que incluso tienen más de 30 años de antigüedad, los que no han podido trabajar desde marzo de 2020.
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Ojeda Estrada indicó que de estos negocios dependen, al menos cuatro personas que trabajan directamente en cada uno, más las familias de los trabajadores que se ven beneficiados con el sueldo.
Por su parte, Rosa Balderas, recordó que el 2 de agosto de 2021 llevaron un escrito a la Dirección de Desarrollo Económico y Turismo, de la que depende el programa Mérida en Domingo, en donde le solicitaron al entonces titular de la dependencia, Eduardo Seijo Solís, el regreso de sus establecimientos aunque sea para ofrecer “comida para llevar”.
“Ellos nos dijeron que lo iban a estudiar, nos firmaron de recibido y no obtuvimos respuesta hasta dentro de dos meses, el día 2 de octubre, recibimos la respuesta ahora de José Luis Martínez Semerena, en donde dijo que no era viable nuestro regreso”, agregó la comerciante de una conocida taquería con años de presencia en el programa turístico.
Mencionó sentirse víctima de una burla por parte del municipio, ya que incluso les dijeron que para regresar tienen que hacerle un estudio socioeconómico, en donde personal de la dependencia municipal visite su domicilio, además de sacar licencias de sanidad, que no están disponibles al ser considerados restaurantes ambulantes. “De ahí nos han dado puras largas, que no nos pueden recibir, que si el licenciado no está, pero que se lo iban a platicar”, añadió.
Balderas explicó que a 20 meses de la llegada del COVID-19 a Yucatán, los vendedores que aún no han podido regresar a sus lugares de trabajo se las han tenido que ingeniar para obtener los ingresos que les dejaba su establecimiento, sobre todo porque hay hijos que mantener. No obstante, dijo que la situación es similar para muchas familias, por lo que la competencia es abundante hasta dentro de las mismas colonias y fraccionamientos de la ciudad.
“El que no vende tortas, vende panuchos, poco o mucho que vendas, no es lo mismo que cuando venimos a Mérida en Domingo, porque en mi caso, tengo 33 años trabajando ahí y nunca nos esperamos esto, ellos (el municipio) tienen que entender que ya reabrieron todo, pero a nosotros no nos quieren dar entrada”, abundó.
Finalmente, los comerciantes reunidos expresaron que al parecer, las intenciones de las autoridades municipales son “cansar” a los comerciantes, para que desistan y desocupen sus lugares en el programa, con el fin de darle el espacio a gente nueva como pasa en los mercados de la ciudad.
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JG