Yucatán

Cocodrilo de tres metros invade casa en Río Largartos, Yucatán

El cocodrilo tiene más de 5 años y se llama “Espay”, pues sus hermanitos así lo denominaron desde pequeño en que se acercaba al patio a comer
Los vecinos supervisan que no les tiren piedras o los lastimen / Luis Manuel

RIO LAGARTOS, Yucatán.- Un cocodrilo de aproximadamente tres metros de largo, ingresó a una vivienda del puerto de Rio Lagartos ubicada en la calle 21 X 8 y 10, lo cual sorprendió y dejó admirados a los vecinos del rumbo.

El reptil cruzaba la calle antes mencionada cerca de las 11 de la mañana, pero al notar que había varias personas observándolo se refugió en el garaje de dicho hogar en el que habita Sandy Díaz Vallejos, duró unos momentos, salió de ahí por sí mismo y retornó a su hábitat.

Esto fue lo que dio a conocer Rosario Anahí Marfil Pat, quien vive alado de la casa de su tía donde ingresó el animal, externando que ellos por vivir en la ciénaga donde  hay agua en ambos lados de la vía y por contar con dos terrenos  baldíos aledaños es común notar que estos saurios crucen la calle de extremo a extremo sin atacar a nadie hasta la fecha.

Puntualizó que el cocodrilo tiene más de 5 años y se llama “Espay”, pues sus hermanitos así lo denominaron desde pequeño en que se acercaba al patio a comer. 

Compartió que es común que tres ejemplares grandes se encuentren cerca de su casa, midiendo uno de los mayores de 4 a 5 metros y que ellos se alimentan de garzas, peces y tortugas, mencionando a la par que en el mangle de su solar le dan de comer pescado y viseras de pollo a 6 pequeños cocodrilos.

Expuso que su familia al igual que los vecinos supervisan que no les tiren piedras o que los lastimen, por lo que exhortan a que las personas cuiden de ellos porque son joyas vivientes de la naturaleza y sobre todo porque son seres vivos que sienten.

Recomendó que quienes los observen cerca de ellos no se desesperen, pues estos reptiles al notar la presencia de alguien se quedan quietos o siguen su camino, pues también están acostumbrados a que los mire la gente, sugiere no tocarlos, ni molestarlos porque si pueden reaccionar por instinto de defensa, pero recalcó que mientras no los perjudiquen ellos no atacan y que son una joya más de este paraíso turístico de la que disfruta habitualmente su gente de ahí y los visitantes. 

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aarl