De acuerdo a datos estadísticos del módulo de ciberacoso del INEGI, 17 millones de personas de 12 años en adelante usuarios de Internet, han vivido alguna situación de acoso cibernético, de ellas casi 10 millones son mujeres, en especial del rango de 20 a 29 años, de este total el 40.3 por ciento de las mujeres víctimas enfrentan insinuaciones o propuestas sexuales; 35 por ciento fueron contactadas mediante identidades falsas y el 33.9 por ciento recibió mensajes ofensivos.
Partiendo de estos datos, la destacada abogada yucateca Lourdes Guadalupe Medina Carillo comenzó su ponencia en un panel organizado por la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) titulada “Violencia contras las mujeres en línea”, como parte de la XXXV Semana Jurídica y Cultural dentro de las actividades que se realizan en el marco del 194° aniversario de la Facultad de Derecho.
Medina Carrillo es titular del área de defensa integral del equipo “Indignación, Promoción y Defensa de los Derechos Humanos A.C”, Maestra en Derecho Procesal Constitucional y Amparo por la Universidad la UADY.
Durante su exposición habló del caso Yucatercos en el 2015, una página de internet que se dedicaba a distribuir contenido sensible de mujeres sin su consentimiento y a extorsionarlas, dicho contenido incluía desde niñas, adolescentes, jóvenes hasta mujeres de edad mayor y señaló que cualquiera podía tener acceso al sitio web.
Poniendo este caso como ejemplo la abogada resaltó la importancia de los avances que se han realizado en materia de delitos digitales, ya que en ese tiempo fue complicado darle un tratamiento adecuado al caso, porque no existía un tipo penal en el Estado que pudiera ajustarse a lo que estaba sucediendo.
Ellos como organización hicieron un acompañamiento a las víctimas que se acercaron y, después de un año, lograron que la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas (FEVIMTRA) lo catalogara como trata de personas en su modalidad pornografía infantil y así fue cómo pudieron integrar las averiguaciones previas para dar paso a las investigaciones.
La jurista resaltó no sólo el tiempo que tuvo que transcurrir para que el caso fuera tipificado y avanzara en la investigación, sino puntualizó, que estos delitos digitales ocasionan un daño perpetuo en las víctimas, porque nunca terminan, ni tienen una reparación adecuada del daño, sin embargo, marcaron un parteaguas, pues si bien es cierto que aún existen páginas que difunden fotografías íntimas, el fenómeno de extorsión y secuestro que generó Yucatercos ya no ha vuelto a ocurrir, gracias a que se judicializó.
A partir de esta situación, la activista Ana Baquedano, quien también fue víctima de violencia digital, hizo una campaña que tuvo como resultado una iniciativa que llevó a que en el 2018 se modificara el Código Penal del Estado de Yucatán, se integrara el Capítulo de Delitos Contra la Imagen Personal y a partir del 2019 en el Código Penal de Yucatán se adicionaran los delitos informáticos y se modificara la Ley de Acceso a las Mujeres a una vida libre de violencia, con un apartado específico para la violencia digital.
Finalmente, Lourdes Medina comentó que es a partir del caso de Yucatercos, que desencadenó esta serie de reformas para castigar toda la violencia digital y mediática en la entidad y aplaudió que ya exista la Ley Olimpia para castigar este delito en todo el país.
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JG