Los varamientos de mamíferos que se han registrado en la costa del municipio, ha originado que se mantengan cuadrillas de la Policía Ecológica desde Chuburná hasta el puerto de Telchac a fin de salvaguardar a los ejemplares que aún muestren signos vitales para su posible rehabilitación o al encuentro de pistas que indiquen la presencia de posibles depredadores.
En el caso de las tortugas marinas, sólo en los últimos 10 días ha habido cuatro recales, tres de la especie caguama y una de carey, grupo liderado por el Biólogo Juan Lara Rodríguez y las cuales se integran a los números que ha registrado el Programa de Atención y Rehabilitación de Tortugas Marinas de la Costa de Yucatán (Partmacy) a lo largo del año, con 58 varamientos registrados desde el mes de enero, en donde se tuvieron 26 liberaciones tras rehabilitación, nueve muertes en el centro tortuguero y 23 quelonios que llegaron sin vida a la playa.
Juana Dzul Hoch, perteneciente al Departamento de Biología de la Policía Ecológica, expresó que los focos rojos comenzaron a encenderse a la par del avistamiento de cuatro delfines machos el pasado fin de semana, mismos que correspondieron a la familia de los Stonella Lonsirostris, comúnmente llamados “delfines tornillos”.
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Tal como dimos a conocer oportunamente, arribaron especialistas del Programa de Investigación y Conservación de Mamíferos Marinos de Yucatán (PICMMY) de la UADY, quienes acudieron a los puntos donde fueron hallados los delfines para hacer una necropsia, llevándose órganos para un estudio que en alrededor de 10 días arrojará un dictamen.
“Por lo pronto, sólo podríamos adelantar que se trata de integrantes de la misma manada de delfines que llegaron a Holbox durante los últimos días de noviembre y comienzos de este mes. Por esa razón estamos en alerta, porque podrían darse más varamientos en los siguientes días”, explicó Dzul Hoch.
La entrevistada especificó que, en cualquier recale de algún animal de este tipo, el protocolo consiste en sacar del agua al ejemplar, hacer una observación total para conocer su estado físico mientras se toman las respectivas medidas.
En caso de que la especie no cuente con vida se le entierra, sólo que se den varamientos masivos se toman cartas en el asunto para realizar estudios posteriores.
“Con los delfines canalizamos los casos a las autoridades correspondientes. Con los quelonios hemos notado que recalan en un estado de descomposición total, los tres que hemos sepultado tenían mutilaciones en sus extremidades y uno incluso llegó con el caparazón a punto de desprenderse”, agregó la bióloga.
En el caso de las tortugas marinas se cuenta con el apoyo de la fundación “Lara-Corella”, encabezada por el biólogo Juan Lara Rodríguez, fundador del Partmacy.
Los números
Los números señalan que, a lo largo del año, se registraron 58 varamientos de animales marinos desde el mes de enero, se tuvieron 26 liberaciones tras rehabilitación, 9 muertes en el centro tortuguero y 23 quelonios que llegaron sin vida a la playa.
Aparte, se consideraron alrededor de 100 llegadas de tortugas durante la temporada de anidación que duró de abril al mes de octubre.
Este periodo concluyó con 189 nidadas que dieron paso a un total de 16 mil 71 liberaciones dentro de la costa. Entre el número especificado, se resalta que 186 pertenecieron al quelonio carey (Eretmochelys imbricata); uno al ejemplar tipo verde (Chelonia mydas) y un par a las tortugas lora (Lepidochelys kempii) que recalaron de manera sorprendente para los especialistas en biología durante el mes de abril a las playas de Chelem, siendo liberadas 50 crías el pasado 4 de julio en el Playón Poniente progreseño.
Los últimos recales correspondieron a un ejemplar de la especie carey, de 75 centímetros de ancho y largo; y las otras tres fueron de la familia Caretta caretta (caguama), que sobrepasaban los 50 centímetros de alto y ancho. La tercera tipo caguama, fue avistada por una tripulación de pescadores ribereños a la deriva, junto al Muelle Fiscal.
Según los hombres de mar que se comunicaron a la corresponsalía del puerto, ésta tenía más de 100 kilos de peso y mostraba signos de maltrato.
El lapso del año en el cual hubo varamientos constantes ocurrió entre enero y la última quincena de marzo, con cerca de 10 quelonios que recalaron sin vida al municipio.
“Podemos descartar que las tortugas que han llegado a la playa estos últimos días fallecieron a causa de la depredación, las características con las que la marea las arrastró a tierra indican que sucumbieron por problemas con su organismo por ingesta de basura, hubo golpes de alguna embarcación de navegación menor o presentaban tumores”, expresó Lara Rodríguez, titular de la fundación “Lara-Corella” y fundador de Partmacy.
Añade que otro factor de las muertes podrían ser las bajas temperaturas que se han dado estos últimos días en Progreso, pues las tortugas tienen una estructura perteneciente a los anfibios que no tolera el enfriamiento de la corriente, originando en los ejemplares neumonías contundentes.
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CC