Campesinos de Maní destacan la importancia de ofrecer el Saka’ durante los trabajos de la milpa, como un acto de agradecimiento a las deidades mayas y para pedir por la protección del cultivo para las distintas etapas de la siembra de maíz.
“Desde mi abuelo hasta mi padre, me enseñaron que siempre hay que ofrecer el saka’ a los dioses del monte cuando se va a trabajar en la milpa y así lo he hecho siempre”, relató Francisco Javier Martín, de 81 años de edad.
El octogenario platicó de su experiencia en la agricultura y la importancia que tiene el saka’ —líquido elaborado a base de nixtamal medio cocido—, como una de las bebidas sagradas de los mayas por excelencia en las ofrendas.
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En la cultura maya, dicha bebida se utiliza como ofrenda a los dioses del monte durante las fases de la milpa; desde la medición del terreno, la tumba, la quema, la siembra, la cosecha, y hasta para pedir por las lluvias y la protección del campo.
“Yo coloco el saka’ cuando voy a quemar el monte y cuando comienzan a colgar los elotes, así me enseñó mi abuelo. Él preparaba su saka’ con el maíz y le agregaba miel de la abeja melipona; el criaba abejas y su primera cosecha siempre lo ofrecía para el saka’”, relató.
Actualmente, los achaques propios de la edad no han sido un impedimento para que Francisco Martín realice trabajos en el campo y continúe con la ceremonia de agradecimiento; “es poco lo que siembro, pero siempre tengo que darle el saka’ a la milpa”, aseguró.
El campesino reconoció que, a la fecha, son menos las personas que se dedican al trabajo del campo; “los jóvenes de ahora no saben de ese trabajo, por eso se está perdiendo, yo, a pesar de mi edad, voy algunas horas a la milpa porque me gusta”, indicó.
Por su parte, Manuel Jesús Ek Yah, de 71 años de edad, quien también se desempeña como campesino, reconoció que ofrecer el Saka’ durante los trabajos de la milpa es una actividad que le enseñó su padre, como una forma de agradecer y pedir a las deidades del monte.
“Desde pequeño me llevaba al monte para aprender a trabajar; ahí veía que él ofrecía tres veces durante toda la temporada. Cuando ya me dediqué al campo, comencé a ofrecerlo principalmente para pedir por la lluvia y la buena cosecha”, manifestó en lengua maya.
El saka’ se prepara con maíz sancochado, posteriormente se muele para crear una masa a la que se le agrega agua, otros más le añaden miel de la cosecha. Para su ofrecimiento, algunos elaboran en la milpa un pequeño altar de maderas donde lo colocan, en tanto que otros los rocían a la tierra en dirección a los cuatro puntos cardinales y algunos lo beben.
La costumbre de ofrendar dicha bebida sagrada en las milpas, responde a la necesidad de solicitar autorización para iniciar con los trabajos en el campo, así como pedir el cuidado y protección para los cultivos.
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CC