Para muchos de aquellos que han experimentado desilusiones o no son correspondidos, con “el amor duele”, para otros han hecho de este sentimiento una forma de vida, en el que éste lo representa todo. Lo tienen presente hasta en los más pequeños detalles.
Rolando Cetina Noh y Francisca Cox Leal, quienes, tras casi 60 años de matrimonio, el amor perdura en sus vidas, lo ven en cada detalle, en la comprensión, en el cariño, en la comunicación de pareja, en lo más sencillo de la vida, como una flor que nunca debe marchitar.
Rolando, ¿A qué edad se casaron? Ella de 14 y yo de 19 años, llevamos 58 años de matrimonio.
¿Cuántos hijos nacieron?- En total 14, pero 4 ya fallecieron.
¿Cómo define al matrimonio? El matrimonio va más allá de firmar documentos en la iglesia o en el Registro Civil, el matrimonio es toda una vida, un paso muy importante en la vida. Hay personas que nunca se casaron, pero vivieron toda una vida llena de felicidad y lo único que los pudo separar fue la muerte.
¿Para ti qué es amor? Es universal, es un sentimiento y motor importante en la vida que sólo termina cuando se muere uno, pero muchos piensan que es pasajero. El amor es en las buenas y en las malas, en la salud y la enfermedad, en la alegría y en las tristezas, eso es lo que es.
Explica Rolando, y se le quiebra la voz por la emoción, mientras su amada lo acompaña silenciosamente con algunas lágrimas que se deslizan por sus mejillas.
¿Y tu familia y vida? El amor es paz, mi familia es amor y tranquilidad; a veces tenemos, a veces no tenemos, pero cuando hay amor, lo es todo. El dinero te soluciona muchas cosas, pero no lo es todo, no compra la felicidad, podemos amarnos aunque seamos pobres.
¿Y en tu estilo de vida? La sencillez de ver las cosas con amor, no sólo es de los jóvenes, cada día que pasa nuestro cariño se hace más sólido, lo único que se hace frágil es nuestra salud con el paso del tiempo y la piel que se arruga, pero el sentimiento cada vez crece hacia mi mujer.
¿Algún problema que ha puesto al borde tu matrimonio? Nunca, sólo detalles, pruebas de la vida que hemos afrontado y hemos resuelto mi mujer y yo, lo que no hemos podido resolver es cuando se ha muerto alguno de nuestros hijos.
¿Qué le aconsejarían a los matrimonios jóvenes? Que las expresiones de afecto que se dan nunca se acaben y se conviertan en insultos y reclamos, además eviten los celos, porque por un chisme un matrimonio puede tener problemas y pleitos.
Señaló que el amor empieza en uno mismo, y sólo termina cuando Dios lo decide con la muerte. “De nada sirve decir te amo, si no lo demuestras”, aseguró.
Afirmó que muchos dicen: “Yo le doy mucho cariño a mis hijos, porque no les falta nada”, pero eso es obligación familiar, no siempre lo hacen por afecto.
Expuso que el enamoramiento tiene que ser mutuo, porque si no es así no funcionan las cosas, por eso es muy importante que los novios se conozcan antes de tomar la decisión muy importante de casarse.
En una escena pocas veces vista en estos lares, Rolando siempre se dirige a su esposa con el título de “Amor”, porque asegura que en el sentimiento no tiene edad, lo que lo amarra a uno a otra persona no son documento firmados, sino el amor que se tienen, concluyó.
Cuando se encuentra al verdadero compañero de vida, no hay tempestades que lo arranque, ni tiempo que lo erosione y mate, porque en toda la vida lo que encontramos son detalles y pruebas que tenemos que superar para que un matrimonio sea perdurable, como lo es esta historia de amor de Rolando y Francisca. ¡Feliz día de San Valentín!
SY