Empleados del Hospital Psiquiátrico de Yucatán pidieron ser tomados en cuenta por el Gobierno del Estado para la aplicación de la vacuna contra el COVID-19, pues comentan que existen condiciones precarias para su protección ante los casos positivos que se han dado al interior del nosocomio, tanto de pacientes como de trabajadores.
Esta es la segunda ola de contagios en el interior del nosocomio. “En una pandemia no pueden mezclarse los recién ingresados con quienes ya están al interior. No sabes si vienen con piojos, parásitos, COVID; eso fue justo lo que sucedió”, afirmó uno de los informantes, que solicitó el anonimato.
“El primer brote se dio cuando un individuo llegó al área de los procesados. Ahí se contagiaron, y posteriormente llegó al de pacientes crónicos; de ahí hubo contagios en todas las áreas. En agosto, llegó el primer caso del penal, donde lo declararon inimputable. Una persona detenida llegó con COVID, y no lo detectaron en el filtro de acceso. El segundo rebrote se dio en el área de mujeres. Cuando salieron al jardín a convivir, el virus se extendió”, indicó.
Actualmente, el Psiquiátrico está a su máxima capacidad, pues hay 120 hospitalizados.
“El sábado pasado ya no se pudo ingresar a más personas porque no había camas. El hospital no tiene la infraestructura para atender a contagiados porque no hay desfibrilador, respiradores, tanque de oxígeno, termómetros digitales, ni siquiera tenemos guantes ni cubrebocas”, reclamaron los quejosos.
Si se agrava la situación de alguno de los internos; “el protocolo es el traslado al hospital O’Horán o al HRAE. Al menos unos 5 ó 6 han salido en esas condiciones; ninguno regresó, todos fallecieron”.
“No se nos tomó en cuenta y lo preocupante es que somos un hospital, no un manicomio que atiende pacientes con patologías psiquiátricas que entran por depresión, consumo de drogas... no padecen locura, son trastornos actuales del siglo XXI, como fobias, trastornos de ansiedad y también atendemos consulta externa”, manifestó.
En cuanto al personal del nosocomio, explicaron que “hace tres semanas hubo 10 incapacitados por COVID, de los cuales falleció una enfermera. Recientemente dos médicos estuvieron hospitalizados en el ISSSTE, uno aún tiene secuelas y continúa incapacitado, mientras que el otro ya se reincorporó”.
Uno de los entrevistados, que pidió también el anonimato, señaló que la directora del lugar, Tarin Paris Hernández, ha comentado que ha enviado oficios a la coordinación de epidemiología, así como al Secretario de Salud, pero desconocen si han dado respuesta.
SY